La arena es quizá uno de los elementos con los que los niños adoran jugar y nada mejor que ofrecerles la posibilidad de tener una arenera propia. La arena es un elemento genial que puede usar un niño para abrir su mente, para relajarse, para divertirse y sentirse un poco libre, seguro y tranquilo. Además ayuda a estimular la creatividad de un pequeño y por medio de ella se puede enseñar uno que otro concepto básico. Pero como todo hay pros y contras, por ejemplo, es peligroso que se la lleven a la boca, que se ahoguen o que se peguen infecciones, además hay que cuidar que si juega con mas niños ni estén lanzándose aren entre ellos, sino que la usen para armar cosas o llenar baldes, incluso enterrarse en ella. Si por casualidad, uno de los niños llega a tener arena en sus ojos, hay que ir a lavarlos inmediatamente, pero con agua fresca y limpia, nunca con la de mar, porque será peor.
Una opción que se puede tener para los que no viven cerca a la playa o los parques del barrio no cuentan con areneras, la idea es hacer la propia y no tiene que ser gigante, con una de tamaño pequeño, los niños seguramente se divertirán. Se puede hacer con una caja de cartón o un cajón viejo, se llena de arena fina y mejor que sea blanca, pues tiene menos piedritas y puede ser mucho más recomendable por la seguridad que da. Hay dos tipos de arena, la seca hace que pueda ser divertido caminar sobre ella, pues se filtra en los dedos de las pies y las manos, puede manejarse para llenar objetos y el peso no es tanto como cuando esta mojada, pero si esta en este estado, la humedad puede servir para hacer castillos, para construir lo que quieran y les de la imaginación, pero eso sí, hay que tener espacios individuales para cada una, pues si se mezclan probablemente la seca se dañe o la húmeda empiece a perder su característica.
Por otro lado hay que acompañar la hora de juegos con algunos juguetes y objetos que facilitan la actividad, por ejemplo, rastrillos, cubos, o coladores. Entre los juegos, puede haber opciones, como enterrarlo a él o alguno de los juguetes y que se entretenga buscándolo. Pueden desarrollar algo de su creatividad dibujando en la arena, escribiendo su nombre o haciendo formas y texturas con distintos objetos.
Por último, hay que tener en cuenta que una cosa es cuidar a los pequeños pero otra es limitarlos y evitar que se relacionen con su entorno y nada más bello que empiecen a tomar seguridad mientras exploran, así que es bueno que se ensucien, que hagan rollos o angelitos en ella, que salten y obviamente se caigan, pues igual no será mucho el impacto y generalmente es porque se enredan pero rápidamente se levantan. Ellos deben sentir que se les da la confianza de poder conocer y que tienen seguridad en sí mismos.