El niño naturalmente es inquieto, se mueve, crea su propio espacio y arma su juego. Son experiencias incesantes, enriquecedoras y de extraordinario valor para su desarrollo y maduración. Son conocidas las ventajas y bondades del «movimiento» en los niños de todas las edades; sin embargo, a pesar que sabemos que hay que fomentarlos, la sociedad moderna presenta algunas paradojas al respecto. Veamos.
* Los padres, docentes y encargados del cuidado de los niños pueden reprimir innecesariamente estas actividades.
* Es necesario estar atentos para no incurrir en excesos de cuidados originados basados en la necesidad de tenerlos bajo observación directa y «segura»
* Esta protección excesiva puede condicionarlos desde pequeños y restringirles su mundo exterior.
* Es frecuente que los niños transcurran gran parte del día frente a la imagen animada y colorida de la pantalla de TV mantiéndolo quieto y sin mayor atención.
* En los recreos escolares ya no pueden correr por el riesgo de accidentes.
* Los paseos son realizan en auto, cada vez se camina menos.
* Se incentivan las actividades complementarias de la escuela la cosa es mantenerlos bajo control y «entretenidos»:
* No parece ser suficiente para algunos la doble escolaridad y se refuerzan con clases de apoyo, de idiomas, o de actividades regladas
* La resultante es que los niños no tienen como liberar y descargar su energía lúdica
La consecuencia: el sedentarismo
* Sólo se mueven en la clase de actividad física del colegio; pocos practican algún deporte .
* Un gran porcentaje de niños se convierten en niños sedentarios, que viven sentados en la escuela o en casa frente a la TV o en la computadora
* Tienen mayor dificultad en lograr la socialización, de identificarse y adaptarse a convivir con sus pares, a compartir y a disminuir el egocentrismo propio de esta etapa de la vida.
* Favorecidos por los malos hábitos de alimentación suelen presentar patologías cada vez más comunes
* Estas nuevas afecciones no respetan clases sociales y preocupan a todos los países del mundo, sin distinción de niveles
* Muchos niños presentan trastornos del apetito, sobrepeso, obesidad, inapetencia, cansancio fácil, diabetes, hipertensión arterial, colesterol elevado; problemas de conducta en la escuela o en el hogar.
5 pasos para una mejor calidad de vida
– Responsabilidad de los adultos para replantearnos qué queremos para nuestros hijos, nietos o alumnos.
– Retornar a una dieta completa, sana, fresca y sin conservantes químicos
– Permitir por sobre todas las cosas que los niños puedan disfrutar con los juegos, el ejercicio o la práctica de algún deporte y gozar de la libertad de movimientos
– Convertir esta acción en un hábito para toda la vida.
– Enseñar con el ejemplo y hacer actividad física en familia.