Los niños son los más vulnerables a la acción de las bacterias y de los virus por lo que es necesario reforzar sus defensas para que puedan afrontar cualquier situación extraordinaria con una buena salud.
¿Cómo proteger su garganta?
Son muchos los pequeños que sufren a menudo de problemas de garganta como faringitis, amigdalitits, etc. Dándoles entre 10 y 15 gotas de própolis en extracto con un poco de agua unas dos veces al día, les protegerá ante este tipo de infecciones ya que el própolis es un gran antibacteriano natural y antiviral con el que se consigue aumentar la producción de anticuerpos. Podemos añadir una cuchara de miel para mejorar y endulzar su sabor.
En cualquier caso dormir las suficientes horas, jugar al aire libre, hacer deporte y seguir una adecuada dieta donde no se abuse de los dulces y de las grasas animales, también contribuirá a reforzar la inmunidad de los niños de la casa.
Para aumentar el consumo de la vitamina A, tan necesaria para que el organismo responda frente a las infecciones, nada mejor que añadir un trozo de calabaza al puré que vayan a comer los pequeños o servirla en pequeños tacos salteados que pueden acompañar sus platos de pescado o de carne.
Zumos y frutas para combatir las infecciones
Tomar un zumo de naranja y de granada diariamente les ayudará a reforzar las mucosas que rodean tanto el aparato respiratorio como el digestivo, además de fortalecer sus defensas. Con este zumo se conseguirá una barrera que conseguirá bloquear la entrada de los gérmenes reduciendo el riesgo de sufrir una gripe, una gastroenteritis o un simple catarro. Preparar un zumo con una naranja y una granada para que tomen en el desayuno, o el de una naranja con una manzana o incluso con fresas, cuando sean la temporada, surtirá el mismo efecto.
Moderar el consumo de dulces también aleja los gérmenes causantes de este tipo de infecciones ya que el exceso de azúcar hace que las funciones del sistema inmunológico se vean disminuidas además de favorecer el sobrepeso, algo que provocará la aparición de las infecciones. Sustituir el azúcar por miel y comer fruta a la hora del postre en lugar de bollos, conseguirán ofrecerles el azúcar necesario sin provocarles ningún tipo de perjuicio. Además la miel posee una serie de sustancias antisépticas perfectas para protegerles la garganta y arrancarles la mucosidad del pecho.
Lácteos para ayudar al intestino
Este órgano es uno de los que cuentan con un papel principal a la hora de defender el organismo, ya que en él residen casi el 80% de las células de tipo inmunitario. Incluir lácteos, preferiblemente fermentados, en la dieta de los niños será un magnífico aliado para reforzar sus intestinos ya que la leche fermentada resulta un excelente aliado para los más pequeños pues consigue restaurar su flora intestinal y regular el sistema inmunitario. A la hora de la merienda un pequeño bocadillo de mermelada o de queso fresco con un vaso de este tipo de leche, conseguirá prevenirles. También resulta una muy buena opción darles un yogur acompañado de unas galletas de avena o de un par de nueces.