La ictericia se percibe como una coloración amarillenta de la piel, las mucosas y los ojos, debido a un aumento de la bilirrubina que se acumula en los tejidos. Si bien es un trastorno recurrente en los bebés recién nacidos, es mejor explicar un poco más sobre a que se debe el tema y como se lo suele resolver. Este trastorno en los recién nacidos se puede percibir frecuentemente tanto en los niños nacidos en término como en los nacidos prematuramente. Especialistas estiman que es padecida por uno de cada tres niños.
Causa
El exceso de bilirrubina en los tejidos es la causante de dicho padecimiento, la cual de forma normal debería ser procesada por el hígado y excretada por los intestinos. Sin embargo, la ictericia aparece cuando la bilirrubina se acumula en la sangre y tejidos de los recién nacidos, porque los bebés algunas veces no son capaces de descomponerla y eliminarla como deberían. Siendo normalmente los siguientes motivos las principales fuentes de dicha anomalía:
* Los recién nacidos renuevan más a menudo los glóbulos rojos que contienen la bilirrubina, de manera que generan más bilirrubina de la que pueden procesar.
* En muchos de los recién nacidos el hígado aún se encuentra en desarrollo, y es por esa inmadurez que no pueden eliminar la cantidad necesaria de bilirrubina en la sangre.
* Los intestinos, que tienen la función de absorber las sustancias que por ellos pasan para nutrir el cuerpo, suelen extraer una cantidad elevada de bilirrubina antes de que sea eliminada en las heces.
Síntomas
La ictericia suele ser apreciable en los primeros días de vida del bebé. El proceso de coloración amarillenta comienza en la cabeza y los ojos, y se va extendiendo al resto del cuerpo de forma descendente.
Debido a que el alta en maternidad se suele dar muy cerca del nacimiento, es recomendable concurrir en los primeros días de vida del bebé a un pedíatra, para que pueda detectar cualquier anomalía respecto a la ictericia o cualquier enfermedad que se sospeche su presencia. Asimismo, los padres deben estar atentos a cualquier signo de ictericia que pueda surgir en la piel del bebé para acudir prontamente a un especialista.
Tratamiento
A pesar de que la ictericia en recién nacidos sea algo relativamente normal, es necesario que especialistas en el tema analicen la sangre del bebé. De esta manera se puede controlar el nivel sanguíneo de la bilirrubina, y de ser demasiado alto se lo puede tratar, ya que de forma contraria mucha cantidad de bilirrubina puede ser perjudicial para la salud del niño.
Si el nivel no es demasiado alto, simplemente se debe esperar a que el bebé logre procesar los excesos de bilirrubina cuando tenga la madurez necesaria del hígado. Sino, si el nivel es demasiado alto se suele someter al niño a rayos ultravioletas para destruir a ésta sustancia del organismo. Este proceso se realiza en numerosos centros médicos, y la madre suele poder acompañar a su bebé durante el tratamiento.