La hipotonía genera en los bebés un debilitamiento muscular que los hace parecer como muñecos, pues no generan movimiento alguno y aunque puede ser tratado con terapias y ayuda materna es importante tener un seguimiento antes del año, porque con el avance de la edad también incrementa la gravedad del síndrome. Es una enfermedad grave y que debe ser atendida con mucha urgencia, pues se refiere a la pérdida del tono o conservación muscular, es decir, hay ausencia o reducción de movimiento, debilidad muscular y perdida de la masa muscular, además de flacidez extrema. Frecuentemente afecta a niños menores de un año y principalmente durante los primeros 6 meses.
Como es un problema generalmente de tipo neurológico, pueden presentarse dos variantes:
1. Paralitica: Afecta los movimientos todo por alteración neurológica y aunque puede darse en cualquier niño, también se generan en casos de chiquitines en desnutrición y abandono.
2. No paralitica: Es menos crónica, pues aunque se pierde el tono muscular, no hay pérdida de movimiento. Aparece generalmente en recién nacido, evoluciona con el crecimiento del niño, produciéndose posturas inadecuadas y finalmente produce invalidez.
Los tratamientos más comunes son las terapias que estimulan las extremidades, el sistema circulatorio, el sistema nervioso y los reflejos.
– Estimulación cutánea con diversos medios para activar las sensaciones y el sistema neurológico: rozar músculos inactivos o sujeción de partes probablemente “dormidas”
– Hay puntos específicos en la columna vertebral que permiten una activación de movimientos, entonces se utilizan vibradores y presión en estos lugares para lograr una distensión la columna.
– El estiramiento es muy importante, pues intenta una estimulación de la ramificación de los nervios.
– Las pruebas de resistencia son esenciales para evaluar el avance o la gravedad de la enfermedad o si se va presentando mejoría poco a poco.
– El frío intenso en zonas localizadas es de gran ayuda para lograr motivaciones en el sistema nervioso
Esta enfermedad aparece por afecciones dorsales o problemas asociadas al cerebro. Cuando un bebé es alzado, generalmente se escurre en las manos de quien lo sostiene y el pequeño no opone fuerza a que lo hagan, simplemente se descuelga sin hacer ni un movimiento. La cabeza también sufre afecciones pues como el niño no tiene control sobre sí mismo, esta tiende a irse hacia los lados, hacía adelante o hacía atrás. Las extremidades permaneces extendidas sin reacción alguna, semejando a una persona desmayada que puede ser manipulada como un muñeco.
Uno de las dificultades de estos bebés es su capacidad para comer mientras los amamantan, pues no tienen fuerza alguna para succionar, y se han elaborado ciertos protocolos médicos que buscan generar métodos para alimentarlos correctamente y de paso realizar una terapia por medio del pecho de la madre para tonificar por lo menos sus músculos faciales y tener un control sobre su boca y su lengua. Además la leche materna es el único y mejor alimento durante sus primeros meses y a largo plazo puede tener efectos muy positivos para su salud y su enfermedad.
Durante todo el proceso de rehabilitación es importante evaluar muy seguido los avances corporales y neurológicos del bebé, para tener un control sobre lo positivo, lo negativo y lo estable de la situación, por ejemplo su capacidad de succión antes y después, sus movimientos de agarre y su aumento de masa muscular.