La hipertensión arterial es un problema que puede desarrollarse durante el embarazo o ser previa a él. En el primer caso se la denomina como ?Hipertensión Inducida por el Embarazazo?? en tanto que el segundo supuesto es ya una ?Hipertensión Crónica??.
La hipertensión durante el embarazo puede presentar cuadros o situaciones diferentes, como la Hipertensión Arterial Crónica que se caracteriza por la presencia de cifras de tensión altas crónicas y que están elevadas por encima de 140/90 antes de iniciarse el embarazo, dividiéndose en dos grandes tipos o clases:
- La Hipertensión Arterial Esencial: Cuando no es posible determinar porque se produce a pesar que existen muchos factores que condicionan su aparición como herencia familiar, la susceptibilidad genética, el estrés, obesidad y sedentarismo, siendo la más común en los pacientes.
- Hipertensión Arterial Secundaria: Producida por una enfermedad que puede reconocerse y es factible de tratarse y curarse. Sin embargo, la hipertensión inducida por el embarazo se produce de forma exclusiva durante esta etapa y en una mujer que no sufría de hipertensión antes de la gestación, siendo visto en un 10% de las pacientes embarazadas. Se la considera la enfermedad hipertensiva principal durante el embarazo y aparece por lo general después de la semana 20, presentando características sumamente particulares, desapareciendo totalmente luego del nacimiento del bebé en un plazo que no supera las seis semanas.
La Hipertensión Gestacional (HTG) Es un problema donde el cuadro se presenta con elevaciones discretas de la tensión arterial sin tener asociadas otras manifestaciones. Se recomienda en estos casos el reposo del paciente y la modificación de algunos hábitos de vida. Además, no le ocasiona ningún problema al bebé ni a la madre.
Por su parte la Preeclampsia, se trata de casos de hipertensión arterial con elevaciones altas de la tensión arterial sumándose a este cuadro la pérdida de proteínas en la orina y la aparición de edemas atípicos ya que se pueden padecer en cara, párpados y manos.
Puede ser peligrosa tanto para la madre como para el bebé y por ello requerirá de un control prenatal muy estricto, además de una dieta especial, medicamentos y reposo.
Cuando una embarazada sufre de preeclampsia, pueden presentarse diferentes complicaciones materno-fetales, existiendo las de características leves y las severas. Son los análisis de laboratorio los encargados de informar al médico de la gravedad del problema.
La etapa final de la preeclampsia es la denominada eclampsia que se caracteriza por la presencia de convulsiones inesperadas en la paciente preeclámptica, por lo tanto debe controlarse de forma eficiente y desde el descubrimiento del problema ya que puede conducir a una cesárea de emergencia sin importar la madurez del bebé.
Por otra parte, las pacientes hipertensas crónicas tienen mayores posibilidades de sufrir preeclampsia durante su embarazo.
En realidad no se conocen a ciencia cierta las causas de la preeclampsia, pero los especialistas sospechan que existe un defecto en la forma en que se desarrolla la placenta dentro del útero trayendo como consecuencia inmediata la alteración de la tensión arterial materna, además de una mala irrigación sanguínea del útero sumado a un inadecuado aporte de nutrientes y de oxígeno para el feto.
La importancia del control prenatal adecuado es fundamental para prevenir y tratar los problemas de hipertensión en la embarazada, de allí la importancia de llevarlo adelante en la forma indicada por el médico.
Foto Vía: Natural Homeremedies