Siempre se ha oído que los hijos únicos están muy protegidos y maleducados, especialmente en sus primeras etapas del desarrollo, aunque hoy en día la situación está cambiando. Y es que muchos son los expertos que consideran que ser hijo único es una ventaja más que un inconveniente para el pequeño.
Ventajas
Los psicólogos aseguran que ser hijo único no puede definir a una persona y muchísimo menos algo que pueda definir el futuro del niño. La evolución de cada persona, va a depender, como es lógico, de la educación que reciba de sus padres. El desarrollo de un niño que crece solo puede ser tan normal como la que pueda tener un niño que crece junto con mas hermanos ya que la sobreprotección de los padres, la dependencia a éstos, el consentimiento o la introversión son problemas que se pueden desarrollar en todos los niños y que no se encuentran relacionados de una manera directa con el hecho de ser un hijo único. En la mayor parte de los casos todo tiene que ver con la manera en que los padres eduquen a sus niño.
Entre el veinte y el treinta por ciento de los casos, hoy en día, las parejas deciden tener un hijo solamente por diferentes razones. Una de las más importantes es que al tener un niño solamente, se encuentran más facilidades a la hora de trabajar fuera de casa. Otra es la inestabilidad laboral lo que hace que muchas parejas no puedan permitirse tener más de un hijo. Por ende son muchas las parejas que en la actualidad terminan su relación antes de tener más de un hijo, algo que plantea otra cuestión como es la relación que pueda tener ese niño con sus padres separados.
Tener un hijo solo, en primer lugar, supone tener la mitad de preocupaciones y la mitad de gastos, así como muchas más facilidades en el momento de tomar decisiones en la vida. Son muchos los especialistas que piensan que tener solo un hijo cuentan con más capacidad para conseguir el éxito en la vida ya que viven con una carga menor de ansiedad ya que no necesitan compartir su espacio con nadie más ni la atención de sus progenitores. Pero por otro lado supone también un inconveniente ya que al pequeño le costará más aprender a compartir. Además los niños que crecen solo tienen un desarrollo lingüístico mejor ya que sus padres les dedican mucho más tiempo.
Inconvenientes
El problema de crecer solo es que las exigencias y las expectativas de toda la familia sobre el niño son mucho mayores. De ahí que los hijos únicos tengan las probabilidades de lograr éxito ya que crecen con ideas de una persona vencedora por todas las ilusiones que sus padres han puesto sobre él, exigiéndole todo lo mejor de sí mismo.
Un hijo único, de igual manera que el primero de varios hermanos, van a ser los que sufran tanto las equivocaciones como los miedos de sus padres. Por otra parte pueden llegar a aburrirse un poco más de lo habitual. Aun así, no es algo que deba preocupar, ya que todo está al alcance de todo el mundo, se tengan hermanos o no.