Las hemorragias nasales son frecuentes en los niños pequeños y la cantidad de sangre puede variar dependiendo de la causa. Lo más común es que el sangrado se presente por la ruptura de vasos que se inicia por un golpe o porque los niños hurgan su nariz. A veces los niños presentan episodios de sangrado continuo por la nariz y para los padres puede convertirse en algo común, pues es solo unos dos o tres minutos y que se controla rápidamente cuando se manda la cabeza hacia atrás. Hay dos opciones: mantener la calma porque puede ser una acción por daños en los vasos nasales y se vea de un manera muy natural que no tiene consecuencias graves; o que pueda ser algo grave como la aparición de una anemia o leucemia en los peores casos. En el primer caso, como en cualquier evento con sangre, puede ser muy escandaloso, molesto pero sin mucha importancia.
En algunos niños pueden ser muy seguidos o pueden ser ocasionales, la mayoría de casos de presentan en la parte frontal de la nariz, justo en el espacio que ocupa el tabique y separa las fosas de la nariz, entonces solo se da por una de las salidas de la nariz. A otros pequeños suelen afectarles la parte interior y trasera de la nariz, pero es que su sangrado va asociado a el padecimiento de presión alta o algún tipo de golpe en la nariz como el golpe con un balón, un accidente cuando se estrella con otro pequeño jugando o cuando cae accidentalmente con el rostro hacia el piso. Lo más común es que haya sangrado cuando hay ruptura de vasos internos de la nariz y que es más frecuente cuando son de tamaño reducido y al tener una gran presión, se estallan y la nariz sangra. Aunque hay algunos niños que pueden facilitar este padecimiento cuando tienen ciertas costumbres que empujan los vasos, los cuales son muy delicados. Por ejemplo, hurgarse la nariz es lo más típico o jugar con algo justo dentro de sus fosas nasales.
Otro factor que influye puede ser enfermarse de una fuerte gripe y cuando estornudan o se suenan con bastante fuerza, los vasos también se revientan y hacen que la nariz sangre. Una tercera situación se da cuando hay mucho calor y sobre todo cuando se concentra en un ambiente cerrado ya sea la casa, el cuarto o el salón de clases. Para los padres que tienen hijos que practican un deporte muy fuerte o de contacto alto, es recomendable que compren a sus hijos algún tipo de equipo de protección, para proteger su rostro, especialmente la nariz pues con cualquier golpe puede sangrar y de paso facilitar la desviación de la nariz, dejándolo casi inhabilitado para poder practicar este tipo de actividades, por seguridad.
Finalmente, cuando un niño sangre, no hay que acostarlo, mejor sentarlo o dejarlo de pie. Normalmente se lleva la cabeza hacia atrás, pero lo mejor es llevarla hacia adelante, pues si no la sangre bajara por la garganta y la sensación no será agradable, además hay que recomendar a los pequeños y corregirlos cuando se hurguen la nariz.