Las fracturas en los niños son muy frecuentes por su constante actividad física pero lo bueno es que puede ser tratada y curada rápidamente pero no por eso hay que perder la atención a las caídas o causas que den origen a la ruptura del hueso. Es común que en algún momento de la niñez un hijo se vea afectado por una caída ya sea por jugar o practicar un deporte pero que en los casos más graves termina haciendo presencia una fractura. Y aunque no es tan grave porque es frecuente que por lo menos haya una fractura en un niño a lo largo de su vida, los padres si logran ganarse un buen susto y mas dependiendo de la manera en la que se haya producido el accidente y del dolor que pueda producir en el niño. Hay que saber que hay distintos tipos de fracturas y si una vez roto el hueso se rompe la piel esta se conoce como fractura abierta que aunque se percibe más escandalosa presenta las mismas características que en las que no hay exposición del hueso.
Muchas veces las fracturas se presentan fácilmente porque los huesos de los pequeños no están bien fortalecidos y el consumo del calcio no es el adecuado. Entonces es más fácil que ante cualquier impacto el hueso se desastille o se rompa por completo. Los síntomas que hacen reconocer una fractura son un dislocamiento o posición irregular de una extremidad o articulación y eso se nota por que el hueso se ve salido, se hincha la zona e incluso sale el hueso. También se presentan hematomas o hemorragias ya sea interna o externa además de un profundo dolor que no cura con analgésicos comunes. Hay casos en donde se presenta un entumecimiento de la extremidad o lugar donde hay fractura o se siente como si se durmiera esa área.
Lo que se hace frecuentemente es llevar el hueso a donde corresponde que es lo que más dolor genera porque se tiene que hacer un nuevo movimiento para colocarlo donde es, después se inmoviliza y se espera unos cuantos meses hasta que el hueso haya sellado nuevamente. Cuando el pequeño sospecha o presenta fracturas hay que llevarlo de inmediato al pediatra para que analice que tan grave es y si se debe inmovilizar por medio de un yeso, si solo se venda o si por el contrario se deben usar tornillos o platinas para generar una unión entre los huesos porque es tan complicado que solo no curará y necesita otros medios. Las fracturas más frecuentes son las de los huesos largos como el fémur o el humero y las situaciones son mientras juegan en el colegio o en los parques. Las muñecas y las fracturas también son comunes. Lo bueno de las fracturas en los niños es que como están en pleno desarrollo sus huesos son más flexibles y es más fácil de que se curen rápidamente a comparación de los adultos, pues ya son más porosos y desgastados.