Educar una familia numerosa requiere una preparación específica. Las familias con muchos miembros suelen tener unas características muy positivas.
La imagen de una familia con muchos hijos, es la imagen de una familia alegre y normalmente bulliciosa. Los beneficios de vivir en una de estas familias son un bien a corto y a largo plazo. Los padres cuentan siempre con el apoyo de los hijos mayores para educar a los pequeños. Y los pequeños se saben protegidos por los mayores.
La relación que hay entre hermanos no es comparable a la de los amigos, es una relación de mucha más confianza porque el nivel de trato es de otro orden.
Normalmente en las familias numerosas la democracia es una de las medidas adoptadas para conseguir llegar a acuerdos y facilitar la convivencia, haciendo que todos participen. Los hijos de familias numerosas suelen tener menos problemas de socialización, e incluso salen más favorecidos por crecer con otros niños. La experiencia demuestra lo difícil que resulta educar a los hijos únicos, especialmente en la tarea de no sentirse así: únicos siéndolo. El mejor regalo que se le puede hacer a un hijo es el de un hermano, los bienes que aportará un hermano en el desarrollo como persona, no son comparables a ningún objeto o actividad.
Tener compañeros de juego dentro del hogar forma también parte de la tarea educativa, ya que jugando se aprenden muchas cosas siendo niños: por ejemplo un niño en el juego puede aprender a ceder, a perdonar, a dar…
Poder delegar los padres en un hermano mayor, la supervisión de la tarea, o el acompañamiento a un entrenamiento, o la asistencia a una actividad extraescolar, es algo que produce un gran alivio a los padres, que normalmente suelen estar sobrecargados de trabajo.
Otra necesidad imperiosa dentro de las familias numerosas es la distribución de encargos entre todos los miembros de la familia. Al multiplicarse el número de tareas por tener mayor cantidad de miembros, es necesario repartir cargas. Eso genera personas responsables, que el día de mañana se incorporarán a la sociedad habiéndose ejercitado este valor desde muy pequeños.
Los padres de estas familias tienen más posibilidades de éxito en la educación de sus hijos, ya que tienen mucha más experiencia adquirida, han podido comprobar las medidas que funcionan o las que no son viables.
Actualmente existen asociaciones de familias numerosas entre las que hay intercambio de experiencias, e información sobre ventajas, subvenciones, ayudas a las que se puede acudir para obtener beneficios económicos o descuentos que proporcionan algún tipo de desahogo económico. Las cargas económicas suelen ser mayores y conviene estar al día de todo lo que pueda ser una ayuda en este sentido.
Los hijos de familias numerosas, podría decirse que son más conformes que los otros niños, no les suelen costar las limitaciones de compras innecesarias o compras de productos de marca. Son niños que suelen ser menos caprichosos porque ven la realidad, y el ejemplo de unos padres austeros. Tienen más facilidad para valorar a la gente por lo que es y no por lo que tiene. A ellos mismos les cuesta a veces entender que otros niños tengan otros planteamientos. Suelen ser gente de convivencia fácil.