El tercer trimestre es la etapa de finalización del embarazo y de la llegada del bebé como acontecimiento inminente. A pesar que aún faltan algunos detalles en su formación física a partir del séptimo mes el parto puede producirse en cualquier momento.
- Séptimo mes: Llegada esta fase el embarazo los denominados sacos alveolares en los pulmones se comienzan a formar, los pulmones producen una sustancia llamada surfactante, la cual cubre el interior de los sacos de aire permitiendo de esta forma que los pulmones puedan expandirse de manera durante la respiración.
Además del crecimiento activo de los pulmones también el cerebro del bebé comienza con su actividad de ondas cerebrales dirigidas a estimular los sistemas visuales y auditivos. Los párpados comienzan a abrirse y se forman las retinas. Crecerá y completará entre 24 a 25 centímetros desde la coronilla al cóccix. La embarazada comenzará a sentirse cada vez más pesada y se recomineda en esta etapa realizar a diario una caminata tranquila que sirve para eliminar el estrés y ocigenarse adecuadamente.
- Octavo mes: El crecimiento del bebé comienza ya a disminuir, sin embargo el cerebro es el que empieza ahora a atravesar por un período de desarrollo sumamente rápido y en esta fase del embarazo sólo los pulmones están sin desarrollarse completamente. El bebé ha alcanzado un peso promedio de 1800 gramos y la funcionalidad de todos sus sentidos se ha completado. Por su parte, el líquido amniótico ha llegado a su nivel más alto dentro del período del embarazo y ahora se mantendrá igual hasta el momento del nacimiento.
El cerebro ha crecido y el tamaño de la cabeza ha aumentado en un centímetro, mientras que la grasa se sigue acumulando y esto causa que la piel del bebé se torne de un tono rosado, mientras él ya tiene sus ojos abiertos cuando se encuentra despierto y cerrados mientras duerme. Es en esta etapa donde desarrolla su sistema inmune que le permitirá combatir las infecciones de carácter leve. Al finalizar el octavo mes el bebé pesará aproximadamente unos 2500 gramos y la grasa acumulada se distribuirá de forma pareja en sus brazos y piernas. Además, ya ocupa casi todo el interior del útero, algo que le dificulta moverse con libertad como lo hacía antes y en los varones se ha completado el descenso de los testículos al escroto.
La embarazada notará un cambio en su ombligo que se vuelve plano y también puede tener alguna dificultad para respirar bien, producto de la presión que ejerce el bebé fruto del tamaño que ha alcanzado. El útero comienza a contraerse y puede causarle dolores de espalda.
- Noveno mes: Falta muy poco para el nacimiento, algo que puede ocurrir en cualquier momento. Por su parte aún quedan algunos procesos en marcha como por ejemplo la distribución de la grasa en codos y rodillas. Su peso aumenta unos 30 gramos diarios y llegará a los 2900 a 3000 gramos.
Naturalmente el bebé comienza con la práctica de algunos movimientos respiratorios que lo prepararán para el momento del nacimiento. Asimismo, la circunferencia de la cabeza es casi igual que la de su abdomen, mientras que los pulmones siguen madurando y en la última semana de gestación el peso puede alcanzar los 3500 gramos y el bebé medirá unos 50 centímetros de talla.
Un detalle importante en esta fase es que el bebé puede ya estar encajado en la pelvis y por ello oprime la vejiga de la mujer algo que la hará orinar con frecuencia. La dieta se mantendrá liviana y se agregarán más alimentos con fibra a fin de evitar el estreñimiento y la aparición de hemorroides.
La madre puede comenzar a sentir contracciones durante esta etapa por lo cual deberá estar atenta al ritmo, frecuencia y duración de las mismas que indicarán el momento del parto.
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