El desarrollo evolutivo de una persona comienza desde su nacimiento existiendo distintas etapas y períodos tanto sensitivos como cognitivos que lo preparan para adquirir determinadas destrezas y hábitos que formarán parte de su vida.
La estimulación temprana cumple un papel fundamental en el desarrollo del ser humano y consiste en cultivar al máximo aquellos períodos de los primeros años de vida del niño, como una forma de estructurar su capacidad tanto psicomotora como cerebral.
Se trata de una técnica de tipo pedagógica que ha sido comprobada científicamente como una de las más eficaces y sencillas de educar en el momento preciso. El principal objetivo es el de favorecer el desarrollo de las conexiones a nivel neuronal de los niños a través de la utilización de los estímulos del entorno.
Los padres tienen la posibilidad de ayudar a sus hijos con el desarrollo de esas conexiones neuronales aprovechando todos los momentos en que se encuentran juntos, ya que la estimulación comienza por el contacto físico, el abrazo y el hacerles saber del cariño que sienten por ellos.
Al nacer el niño tiene la capacidad para aprender y absorber todo aquello que lo rodea, pero al no tener aprendizaje necesita de los adultos que le hagan los aportes para enriquecerlo y por ello la estimulación temprana desarrollará al máximo sus sentidos, siempre hecha a través de juegos y actividades.
El desarrollo se produce a nivel auditivo ya que si bien el bebé no habla puede escuchar perfectamente y el estimulo lo recibirá no solo a través de la palabra sino también por medio de la música. Distintos estilos, melodías y canciones populares le aportarán al pequeño un enriquecedor mundo que no necesariamente debe estar en torno de las canciones infantiles.
Por su parte el desarrollo visual puede realizarse de muchas formas una de ellas es llevar al bebé a pasea por la casa y mostrarle todo aquello que lo rodea para luego llevarlo al exterior y mostrarle la naturaleza. Este desarrollo visual se da a través de todas las formas, colores y volúmenes que el niño comienza a descubrir.
Los especialistas aconsejan hablarle al bebé y contarle todo aquello que está viendo, otorgándole a cada cosa su nombre. Los niños son capaces de captar el concepto y luego utilizarlo cuando sean mayores. El desarrollo táctil es también fundamental para el desarrollo del pequeño, caricias y masajes le harán conocer el cariño de sus padres y además estas actividades que antes eran mera rutina se convertirán en algo especial para el niño y en un aprendizaje que jamás olvidarán, sobre todo si se completa ofreciéndoles diferentes objetos con texturas y grosores distintos.
Desarrollar el olfato es algo sencillo ya que el niño se guia por el gusto y el olor de los objetos que lo rodean, es bueno estimularlo con diferentes olores.
Además de incentivar todo los sentidos es importante el desarrollo físico del niño y por ello la estimulación a los bebés los ayuda en su psicomotricidad que tiene un papel importante
Diferentes ejercicios pueden servir para una primera etapa de estimulación de los niños desarrollando también su parte intelectual complementando el trabajo con materiales especialmente creados como pueden ser cubos de colores, todo tipo de figuras y en cada caso decirle al niño el nombre de cada objeto.
Una buena estimulación siempre deberá disfrutarla el niño de lo contrarios es señal que algo se está haciendo de forma incorrecta.
Foto Vía:1000reasonsimabadmom