El síndrome de Down se trata de una alteración genética provocada por la presencia de una copa añadida del cromosoma 21 o al menos, de una parte de él, en lugar de los dos que habitualmente se tienen, por eso es conocida como trisomía del par 21. No existe ninguna justificación de este trastorno sucediendo de una manera espontánea y natural.
Cómo estimular a un bebé con síndrome de Down
Desde el mismo momento de su nacimiento, al igual que cualquier bebé que no cuenta con síndrome de Down, una estimulación temprana es muy importante.
Durante sus primeros meses de vida es muy importante hablarle, acariciarle, dedicarle muchos momentos y tenerles en brazos, en esencia… quererle. Al igual que todos los bebés, éstos necesitan sentirse protegidos y seguros junto a sus padres y la estabilidad que una familia proporciona. También necesita unos adecuados estímulos para conseguir desarrollar sus habilidades y capacidades mucho mejor según va creciendo.
Cuanto mayor sea la estimulación que recibe durante su desarrollo, especialmente en sus primeras etapas, mucho mayores serán las probabilidades de que el niño con Síndrome de Down desarrolle sus capacidades al máximo y pueda llegar a tener autonomía propia.
En el hogar
El ambiente que se tiene que respirar en casa debe ser totalmente normal. Sentir pena o sobreprotegerle no tiene ningún sentido. Todo lo contrario, se trata de que potencie al máximo sus capacidades y confiar en él como se haría con cualquier otra persona, por lo que la pena no tiene cabida en su vida.
En la guardería y en el colegio
Elegir la guardería, el colegio o el lugar donde realice sus actividades extraescolares, puede suponer todo un reto para los padres. ¿Por qué? Pues porque los padres siempre van a buscar el mejor lugar para su hijo, donde se encuentre lo más cómodo posible, no porque él en sí, no pueda adaptarse al lugar en cuestión, porque seguro que sí que lo hará.
Estimular sus sentidos
Es imprescindible estimular los sentidos del niño son síndrome de Down con entornos llenos de formas, de colores, con sabores, olores, texturas y juguetes que le logren estimular.
Es importante olvidarse de hacer todo por el niño porque él también tiene que aprender a tener sentido de la responsabilidad y contar con ciertas responsabilidades de acuerdo con sus capacidades. De esta manera se estará formando su autonomía, pudiendo llegar a tomar sus propias decisiones según vaya creciendo y madurando.
Es necesario recordar siempre que es bueno darles consejos pero no el decidir por ellos. Hay que ayudarles, pero no hacer las cosas por ellos y hay que alentarles para que tengan iniciativa propia pero no estar dando siempre la cara por ellos.
Como siempre decimos, en caso de tener cualquier tipo de duda, lo ideal es consultar con el pediatra del niño que será quien mejor pueda aconsejar a los padres cómo actuar ante cualquier tipo de situación, incluida la de aprender a estimular a tu hijo con síndrome de Down.