Cada vez son más las mujeres que toman la decisión de ser madres a los 40 años de edad, e incluso después. A diferencia de lo que sucedía en generaciones anteriores, hoy en día la mujer prefiere su trabajo o su carrera antes que la maternidad, y hoy en día no está tan mal visto. A continuación te vamos a contar cuáles son los riesgos las ventajas de un embarazo tardío.
Embarazo
La idea principal de una mujer hoy en día no es formar una familia, sino que prefiere triunfar en el ámbito laboral elegido por ella. Además existen muchas parejas que prefieren viajar por el mundo antes de tener un bebé. Por estos motivos fundamentalmente, es muy habitual ver madres más mayores que antiguamente, especialmente por Europa.
Además del estilo de vida actual, los avances tecnológicos en cuanto a reprodución asistida compete, y la situación social y económica, han llevado tanto a los matrimonios como a las mujeres solteras a esperar más tiempo antes de ser padres.
Aunque la edad más adecuada para tener un hijo se encuentra entre los 20 y los 30 años de edad, son cada vez más las mujeres que esperan a los 35 años o más, para tener su primer hijo. Y lo cierto es que después de esta etapa, la fertilidad se reduce a la mitad y por tanto, la posibilidad de ser madre desciende de una manera considerable, siendo el porcentaje de éxito para conseguir un embarazado, de tan solo un 5% después de cumplir los 40 años.
Beneficios de ser madre a los 40
Una de las ventajas de ser madre a esta edad en relación con las madres más jóvenes, es que una mujer de 40 años ya tiene una madurez mayor tanto a nivel profesional y económico, como emocional.
Además cuentan con un elevado nivel de formación, tienen un empleo seguro por lo general, se cuidan mucho más en la alimentación y se encuentran más preparadas para amamantar. Considerando todo ésto, se aseguran que el niño tenga una infancia sin problemas y la madre es más probable que viva muchos años más, llegando hasta los 80 años como mínimo.
Desventajas de ser madre a los 40
Como ya hemos dicho, las posibilidades de quedarse embarazada se reducen de manera drástica, tanto en la calidad como en la cantidad de los óvulos, ya que descienden aproximadamente quince años antes de empezar con la menopausia.
Hay que saber también que los porcentajes de que el parto tenga que ser por cesárea o de sufrir un aborto, son mayores. La hipertensión y la diabetes son problemas comunes en las madres de más edad, por lo que deben ser controlada de una manera más exhaustiva pues están consideradas por los doctores como pacientes de riesgo.