Muchas veces la insistencia de los padres para que los niños realicen ciertas actividades, puede traer consecuencias a largo plazo, sobre todo, cuando el niño le gusta lo que el padre quiere que realice. Entérate aquí si eres un padre insistente y agresivo Todos hemos visto (o Dios no lo quiera) a un padre que empuja a su pequeña niña adorable a un concurso de belleza, el padre combativo que insiste en que su hijo debe estar en el equipo o los padres más entusiastas que se aseguran que su hijo está ocupado con todo tipo de clases bajo el sol.
Algunos padres simplemente exageran lo que perciben como una necesidad natural y saludable de hacer lo mejor para su hijo. Otros tal vez canalizan sus propias ambiciones insatisfechas en sus hijos y tratan de alcanzarlas de forma indirecta a través de sus hijos, una especie de actitud como «si yo no lo pude hacer, mi hijo sí”.
Padres agresivos son también los que más programan la vida de un niño en la escuela, el deporte, las aficiones y todo aquello que pueda ser acumulado en el día a día de un niño.
Se puede comenzar durante la infancia
Hay muchos padres que están ansiosos a que sus hijos empiecen clases de yoga, de canto, lenguaje e incluso gimnasio, cuando aún son bebés.
Este tipo de crianza agresiva en los niños puede desgastar esos vínculos naturales entre el padre y el bebé (dicen los investigadores). Los padres cantando canciones de cuna para bebés, tarareando canciones sencillas de la lectura para ellos o recitar rimas tradicionales, es quizás todo lo que un bebé realmente necesita.
Puede ser perjudicial para el progreso
Algunos expertos creen que incluso empujar a un niño a leer antes de que él o ella esté listo puede posponer la lectura para toda la vida, lo que traería una consecuencia a largo plazo. Incluso empujar a un niño para que se aparte de un equipo deportivo, sobre todo cuando no es tan entusiasta no sólo puede hacer que el niño no les gusta el deporte, sino que puede impactar negativamente en su autoestima.
Los padres agresivos con ambiciones insatisfechas, al ver una chispa de talento en el niño, lo empujan a una ronda loca de audiciones, sesiones de cámara, tiro la televisión y todo tipo de ajustes artificiales. Situaciones que estimulan al niño a comportarse de una manera no adecuada para su edad.
Si te reconoces en algunas de los escenarios anteriores aunque sea en lo más mínimo, es necesario dar un paso atrás y examinar tus decisiones y el estilo de crianza. Si dices que lo que haces es por el bien de tu hijo, debes ser honesto contigo mismo y hacerte algunas preguntas acerca de si este es realmente el caso o si lo haces por tu niño o por ti.