Reciclar no sólo es una moderna palabra, sino que es una obligación con el entorno, debemos encaminar a nuestros hijos para que adquieran estos hábitos. 
Enseñar a los niños a reciclar no es otra cosa que enseñarles a cuidar el medio ambiente y colaborar como elementos activos en esa tarea. Para lograr que incorporen estos hábitos a su vida nada mejor que vernos a nosotros cuidarlo.
Si ellos nos ven interesados en seleccionar los residuos, ahorrar agua y electricidad, en reutilizar envases, bolsas, piezas, revistas… pueden comenzar a hacer lo mismo desde muy pequeños.
No es difícil inculcar estas costumbres, si nosotros lo hacemos habitualmente ya que para ellos somos el ejemplo en todo y continuamente nos están observando. Si ven por ejemplo que tenemos separados los vidrios, de los cartones y de la basura orgánica, ellos harán lo mismo. Si observan como guardamos las pilas usadas y nos encargamos de buscar un contenedor de ellas, seguramente será más gráfico que si se lo explicamos.
Cuando son muy pequeños les es muy difícil comprender términos como el calentamiento de la tierra y las consecuencias y los motivos por los que debemos reciclar. Pero si podemos ayudarles a tener una buena relación con el entorno y la naturaleza y aprender hábitos como ahorrar, separar y reciclar.
Todos podemos hacer cosas para colaborar en la protección el planeta con pequeños gestos. Enseñar a los niños a adquirir esos hábitos es esencial. Hay que mostrarle cosas como: ahorrar luz, pensar el consumo del agua necesaria, separar y reciclar, reutilizar envases, utilizar pilas recargables, guardar las bolsas de hacer la compra.
Existen muchas formas de aportar nuestro grano de arena para contribuir a conservar la Naturaleza y así vivir en un planeta mejor. La familia es una plataforma para enseñar a nuestros hijos estas pautas. Debemos decidir las medidas a tomar en casa y cumplir con un plan. Para incentivar estos comportamientos lo mejor premiarles para incentivarles más.
Entre todos tenemos que intentar disminuir la basura que generamos, es tan importante como reciclar. Podemos pensar que es difícil, pero no es imposible. Reutilizar es una forma muy rápida de bajar el volumen de basura. Si todos nos concienciamos de esto lo podemos conseguir, pero ha de ser un objetivo de toda la familia.
Reutilizar el papel y aprovechar los sobres y papeles por los dos lados, puede ser otra forma de reducir basura.
Encender solamente las luces que se necesitan y apagar las que no alumbran a nadie puede repercutir de modo positivo en nuestra economía familiar. También apagar la televisión cuando nadie está viéndola o el ordenador, cuando nadie lo está utilizando.
Llevar a la compra bolsas reutilizables y evitar gastar las de plástico también es más ecológico, ya que para las bolsas de plástico se emplea petróleo y para las de papel árboles, si tenemos una bolsa reciclable debemos tenerla siempre a mano, para hacer las compra. El mejor material para no dañar el medio ambiente es la tela.
Ahorrar agua es otro modo de cuidar el entorno, el agua es un bien muy preciado y no podemos malgastarla. No debemos dejar el agua correr, si no se está usando. Ducharse en lugar de bañarse es otro punto importante para el ahorro de agua
