Para muchos padres la mejor forma de educar a sus hijos es mediante los golpes sin antes detenerse y pensar que también existen otros métodos para educar y señalar los error que comentan los niños en su etapa de aprendizaje, por esto mismo existen una seria de recomendaciones que te ayudaran a no cometer el mismo error en los que muchos otros padres han caído por ignorancia y frustración.
La disciplina tiene que ser una parte integral de nuestra personalidad. Debemos comportarnos de una manera disciplinada, no sólo para la aceptación social, sino también por nuestro propio bien. Nos ayuda a centrarnos en nuestro propio objetivo y también alcanzarlo mucho mas fácil. La disciplina comienza desde que somos pequeños. Es la mejor edad para enseñarles disciplina a nuestros hijos, es como la arcilla en bruto y puede ser moldeado en la forma correcta por los padres, entonces aprenderán las primeras lecciones de disciplina.
Ahora, la pregunta es, «¿Cuál es el método correcto de disciplinar a su hijo?» o «¿Cómo disciplinar a un niño?».Desde los tiempos antiguos, se cree que una de las maneras más eficaces de hacerlo es, castigar al niño por el azote pero esto sin duda es un grave error. Los padres tienen una mentalidad de que el niño recuerde la paliza o golpes siempre que el niño este a punto de cometer un error. Pero eso no es del todo cierto.
Nosotros, como adultos somos conscientes de que lo que estamos haciendo es un error. Un error es un error porque ocurre sin saberlo y sin quererlo, es así como sucede con los niños que apenas están experimentando el mundo, así como conociendo las nuevas experiencias y vivencias. Las razones para que los padres golpeen a sus hijos puede deberse a que los padres se frustran debido a un comportamiento no deseado de los niños y no saben qué hacer.
A veces, creen que el aumento de su mano sobre el niño sólo hará que sea una persona disciplinada. Pero recuerde que hay algunos efectos dañinos en los niños que reciben azotes, que son bastante graves y deben ser tenidos en cuenta por los padres que creen que golpear a sus hijos es la mejor manera de disciplinarlos, como por ejemplo hacerlo sentir humillado al niño y este puede comenzar a perder la autoestima, puede formarse una imagen negativa y además tomarle miedo de los padres frente al niño.
Con esto comienza a perder el sentido de apego con los padres, Los signos de conducta antisocial se encuentran notoriamente, es decir, llega a ser agresivo con los demás. Ellos piensan que así es como funciona el mundo exterior, trae malos recuerdos para ambos, los padres, así como al niño y por ultimo, se puede tener a largo plazo efectos negativos en el niño, como no ser capaz de olvidar con facilidad y recordar con mucho rencor el pasado.
Por esto mismo los padres deben darse cuenta de los puntos anteriores que los azotes no son un buen castigo para los niños. Esto solo servira para lograr la infelicidad en el niño, así como a los padres. Por esto mismo se recomienda el hablar suavemente señalando el error lo cual seria la primera opción para que el niño comprenda su error es a través de palabras suaves. Si el error es de menor importancia, siempre se puede hablar con su hijo cuando estén a solas.
Trate siempre de ser amable mientras conversan sobre el error y las posibles consecuencias de la misma. Estoy seguro de que ningún niño se niega a aceptar su error, si se le dice de forma agradable. No regañes a tu hijo delante de la gente (miembros de la familia), posiblemente se sentirá insultado y avergonzado. Informalmente señale el bien y el mal ya que la educación del niño de una manera amorosa prueba que esto es la mejor manera de evitar errores. Si tratas de enseñar el bien y el mal levantando la voz, no va a funcionar.
En su lugar, se puede hacerle entender al niño mediante una charla informal y transmitir en forma sencilla lo que se desea y se espera de su comportamiento. Esto tiene dos objetivos principales que son dar al conocimiento del niño lo que sucede y en segundo lugar, hacer que el niño lo tome de manera positiva.Si el niño sigue siendo renuente a aceptar su error, incluso después del uso de los métodos, puede dejar que frente a las consecuencias de sus actos sin mayor remordimiento ni violencia de por medio.