El síntoma inicial de estos dos tipos de trastornos gira alrededor de la sensación de haber perdido la memoria. La enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Pick están consideradas como estados demenciales primarios preseniles que suelen hacer su aparición entre los 50 y los 65 años de edad.
La enfermedad de Alzheimer
Este tipo de enfermedad es más frecuente entre las mujeres y puede comenzar a cualquier edad, incluso se han llegado a describir casos infantiles, aunque lo más frecuente es que se presente en la sexta y la séptima década de la vida. Se manifiesta por un envejecimiento patológico y acelerado de las neuronas cerebrales. Existe una gran base genética en el condicionamiento de esta enfermedad. Afecta al conjunto de la corteza cerebral, pero la atrofia predomina en el lóbulo frontal, temporal y parietal.
A veces hay casos que se manifiestan de forma muy aguda aunque lo más frecuente es la aparición de un deterioro intelectual sutil con cuadros de confusión y delirios a causa de fármacos, intervenciones quirúrgicas o enfermedades febriles.
Durante la primera fase se manifiestan trastornos de memoria reciente en los que no se recuerdan nombres, citas o acontecimientos recientes ocurridos. Se acusa pérdida de la noción del tiempo, con dificultad para saber el día y la hora y dificultades para orientarse en el espacio. Existen unas primeras pérdidas a la hora de localizar el domicilio, algo más adelante se presentan fallos de memoria ya más característicos y pequeños trastornos de personalidad, cambios bruscos de humor, abandono de aficiones, apatía y a veces, inquietud y ansiedad.
En la segunda fase ya se presentan dificultades de lectura, escritura y cálculo muy afectados. Se manifiesta una indiferencia a todos los acontecimientos del exterior, incluso en problemas familiares graves. Están muy inquietos, presentan un apetito a veces voraz y a veces un cuadro de psicosis con alucinaciones y delirios persecutorios. Pueden detenerse a hablar con su propia imagen reflejada en el espejo y sentir temblor y dificultades a la hora de caminar. En la tercera fase, ya se presenta un deterioro intelectual muy fuerte, con insomnio, agitación nocturna y se afecta el equilibrio, la marcha y la continencia de los esfínteres. El cuadro terminal se reduce a una existencia puramente vegetativa.
La enfermedad de Pick
Esta es una alteración poco frecuente tratándose de una atrofia frontotemporal y considerada de origen hereditario degenerativo. El comienzo suele ser lento y progresivo siendo importantes los trastornos de instinto y afectivos, las conductas impulsivas y estereotipadas y el empobrecimiento del juicio junto con un deterioro de la autocrítica. Se pierde el control moral y ético del comportamiento. La afectividad se apaga y el enfermo se encuentra apático y carente de espontaneidad. Hay un déficit intelectual, dificultad para concentrarse y fijar la atención en cualquier cosa.
La evolución deteriora al paciente de forma regular y progresiva hasta un estado de mutismo e inercia que le puede llevar a la muerte sin que el sujeto sea consciente de su propia enfermedad.