Hay muchos tabúes y miedos alrededor del tema del sexo en el embarazo. Si bien es cierto que hay muchas mujeres en las que el deseo desciende durante el primer trimestre, también es verdad que la situación tiende a normalizarse en el resto del embarazo y que hay estrategias para que el placer esté asegurado. Además salvo contraindicación médica, la práctica del acto sexual en este período, contribuye a que se tonifique la musculatura vaginal lo cual es beneficioso para el parto. Existen muchos miedos y tabúes entorno al sexo durante el embarazo, que se relacionan con la falta de deseo de la mujer, el peligro de lastimar al bebé, etc. Si bien es real que en un porcentaje importante de mujeres disminuye el apetito sexual en los primeros meses como consecuencia de los malestares habituales; fuera de ello o de expresa indicación médica por embarazo de riesgo, no hay nada que impida que la pareja continúe disfrutando plenamente de su vida sexual. Incluso el sexo regular y placentero, resulta muy beneficioso para preparar el cuerpo de la mujer para el parto vaginal.
El sexo es parte fundamental y saludable en la vida íntima de una pareja y el embarazo no debería interferir. Si bien existen algunos mitos alrededor de este tema entre los que se incluyen:
- La penetración vaginal puede lastimar o resultar dolorosa para el feto
- El feto sabe que sus padres están teniendo sexo
No hay nada de cierto en ellos, ya que resulta imposible que el feto se lastime, sienta dolor o perciba lo que están haciendo sus padres, puesto que está perfectamente protegido dentro de la matriz, rodeado por el líquido amniótico que lo resguarda, amortiguando cualquier golpe o impacto.
La única prohibición o contraindicación de sexo durante el embarazo, debe venir por parte del medico tratante, ante el caso de un embarazo complicado o de riesgo como ser:
- Historial o peligro de aborto
- Historial o peligro de parto prematuro
- Pérdidas o hemorragias vaginales
- Pérdida de líquido amniótico o rotura de la bolsa que lo contiene
- Dilatación del cuello del útero
- Cuello uterino incompetente
- Placenta previa
- Infección de transmisión sexual
El deseo sexual de la mujer durante el embarazo según el trimestre
Primer trimestre
Como ya se había mencionado, el apetito sexual de la mujer puede disminuir durante el embarazo y hay estudios que han demostrado que en, aproximadamente, un 54% de los casos esto ocurre en el transcurso del primer trimestre, a causa de los malestares típicos de esta etapa, que incluyen náuseas, mareos, sueño, cansancio y vómitos. Hay mujeres que, aunque en menor porcentaje, experimentan un aumento considerable de su libido como consecuencia de los cambios hormonales, que producen una mayor sensibilidad en los genitales.
Segundo trimestre
En el correr del segundo trimestre los malestares desaparecen y la pareja retoma, generalmente, la vida sexual anterior al embarazo. Hay casos en los que los cambios hormonales producidos por la gestación, hacen que haya mayor lubricación de la vagina y sensibilidad de los labios, lo cual multiplica el deseo y el placer sexual de la mujer, logrando, en algunos casos, que alcance múltiples orgasmos en una misma relación.
Tercer trimestre
En este trimestre la cosa para muchas parejas vuelve a complicarse como durante el primero, pero ahora como consecuencia del gran tamaño del útero, de la pesadez, molestias e incomodidades que ello conlleva a la hora de la relación sexual. Según estudios, sólo un 75% de las parejas embarazadas continúan con su vida sexual durante el último mes de gestación. Sin embargo, hay muchas posturas que pueden practicarse para que el sexo resulte placentero para la mujer y para que la panza no le impida disfrutar del mismo.
Las mejores posturas para el sexo durante el embarazo
Ella arriba: Es una de las mejores posiciones, ya que permite a la mujer controlar el peso de su abdomen, graduar la profundidad de la penetración y la intensidad de la relación.
De costado: Esta posición es de las más cómodas y placenteras para la mujer, ya que con ella se consigue una distribución uniforme del peso del abdomen, se controla la profundidad de la penetración y el hombre puede estimular su clítoris durante el acto, produciéndole así mucho más placer.
Perrito: La mujer en cuatro patas y él la penetra desde atrás, de esta forma la panza no corre riesgo y también puede estimularse el clítoris.
En el borde de la cama: Ella recostada boca arriba con la cola cerca del borde de la cama, las rodillas flexionadas y los pies apoyados sobre el borde, él arrodillado en el piso la penetra. De esta forma el abdomen no se interpone y el placer está asegurado para ambos.
El sexo durante el embarazo, además de resultar absolutamente placentero y unir a la pareja en este momento tan especial de sus vidas, ayuda a preparar el organismo de la mujer para el parto vaginal. Ya que durante el acto sexual, ella ejercita la musculatura vaginal, mejorando la tonificación de la misma, lo cual es muy beneficioso para el momento del alumbramiento.