El puerperio

Se conoce como puerperio o cuarentena a los cuarenta días que siguen al parto y durante esta etapa la mujer va a experimentar numerosos cambios, por lo que pueden aparecer algunos tipos de trastornos que son totalmente independientes al embarazo y al parto, lo que significa que aunque estos hayan sido absolutamente normales, durante este período pueden surgir algunas complicaciones. A continuación te contamos cuáles son los síntomas normales durante el postparto y cuáles no lo son.

Sangrado

Es totalmente normal tener un sangrado parecido al de la regla durante la primera semana, sangrado que va a ir disminuyendo poco a poco así como cambiando de color, tornándose marrón y después amarillento hasta los quince o veinte días. Este sangrado son los loquios.

Por otra parte es anormal si se continúa sangrando más de diez días como una regla o que se vuelva a tener un sangrado hemorrágico abundante después de haber estado varios días manchando poco. Esto es producido al haber quedado algún resto en el interior del útero.

Fiebre

Es normal tener una febrícula ligera de hasta 37,5º en el momento en que se produce la subida de leche, aunque es anormal tener esta temperaturas en diferentes ocasiones en cualquier instante del postparto, ya que indicaría que existe una infección que puede encontrarse localizada en los pechos, en la orina, en la episiotomía, en el útero o en la incisión de la cesárea y que va a ser necesario tratar urgentemente con antibióticos.

Hipertensión arterial

Lo normal es que después del parto la tensión se encuentre en cifras bajas, alrededor de 120/60, incluso aunque durante el embarazo se haya padecido de hipertensión y se haya tenido que seguir un tratamiento.

Anormal es tener una tensión de 140/90 o más. Al subir mucho la tensión se nota un fuerte dolor de cabeza que no se pasa con calmantes. En ocasiones puede haber destellos en la vista e incluso aparecer un dolor alto en la zona alta del abdomen.

Fatiga

Es normal sentirse cansada por la falta de sueño, por los cuidados del bebé y por la adaptación requerida a los cambios, pero es anormal sentir un extremo cansancio que no te deje realizar las actividades requeridas en el día a día ni tampoco cuidar del bebé. Esto puede deberse a una anemia. Si se tienen dificultades a la hora de respirar puede deberse a un trombo en el pulmón, aunque esto es algo muy poco frecuente.

Molestias en el pecho

Durante los primeros días de lactancia es normal tener molestias en el pecho ya que está inflamado y los pezones están muy sensibles además de no estar acostumbrados a la succión del bebé.

Lo que no es normal es sentir un dolor insoportable o que el pecho tenga algunas zonas enrojecidas y calientes ya que es síntoma de una mastitis. Tampoco es normal que los pezones estén heridos y agrietados. En estos casos habrá que vigilar la postura y el enganche del bebé mientras está mamando.

Dolor

Debido a las heridas producidas durante el parto como la episiotomía o la cicatriz de la cesárea, es posible que se sienta un dolor soportable durante unos días que se calmará con analgésicos y que irá mejorando día a día.

Pero si se siente un dolor insoportable que no se calma con nada y que no permite realizar las actividades cotidianas, puede ser debido a una infección o un hematoma.

Mal olor

Es totalmente normal que los genitales de una mujer que acaba de dar a luz cuente con un olor bastante fuerte aunque exista una adecuada higiene ya que los loquios huelen de una manera especial.

Pero si el olor es extremadamente desagradable, parecido al olor de carne podrida, puede ser debido a una infección en el interior del útero que además vendrá acompañado de un fuerte dolor de tripa situado por debajo del ombligo.