Cuando el niño es pequeño es un hecho fisiológico y normal que llore ya que es el único recurso que tiene para poder manifestar sus emociones y necesidades. Acunar o mecer al niño no resulta perjudicial, es más, el movimiento de vaivén le ayuda a estimular los huesillos de sus oídos desencadenando un mecanismo reflejo por el que las paredes de los intestinos logran relajarse.
Los bebés
Cunado el bebé llega al mundo todo el mundo espera que su llanto sea vigoroso y fuerte ya que durante su primer año de vida dicha manifestación será el termómetro fiel de su estado de salud y de ánimo. A pesar, de que como hemos dicho, este hecho es algo muy normal, también puede ser un síntoma fundamental para guiar al pediatra en su diagnóstico para ciertas enfermedades.
En los niños pequeños son múltiples las causas del llanto por eso no siempre se acierta a darse cuenta de que le ocurre al niño, aunque poco a poco se va a ir aprendiendo a reconocer su significado.
En los recién nacidos el hambre suele ser la causa más frecuente. Si el llanto se adelante demasiado a la hora de las comidas, significará que el pequeño se queda con hambre tras terminarlas, en cuyo caso, los mejor es alimentarle cuando él lo demande. Si toma pecho, una succión más frecuente será el estímulo que se necesita para que aumente la secreción de la leche. Si se toma biberón, habrá que aumentarle su ración.
El bebé también llora cuando está incómodo por alguna razón, ya sea porque siente calor o frío, porque tiene fiebre o porque está mojado. Será necesario colocar el termómetro en la habitación y verificar si la temperatura es la adecuada. En cualquier caso durante las primeras semanas de vida del bebé, siempre experimentará una sensación desagradable cuando se les quita la ropa y reaccionarán llorando. Por eso, siempre que sea posible se les debe evitar dejarles completamente desnudos.
Llanto y dolor de oídos
Cuando un bebé está resfriado, y debido a la congestión que se sufre en las trompas de Eustaquio, conducto que une la faringe con el oído medio, muchos bebes se quejan de un gran dolor de oídos, en cuyo caso el llanto es intermitente coincidiendo con las punzadas de dolor. Si la madre llega a sospechar que el niño tiene dolor de oídos, puede verificarlo presionándole la parte anterior del oído sin demasiada brusquedad.
Cólicos del primer trimestre
Es muy habitual que un bebé que come bien y que aumenta correctamente de peso, sufra episodios de llantos debido a los cólicos. En estos casos puede que ni las tisanas ni ningún medicamento recetado por el pediatra les calme, y aunque muchos padres creen que un exceso de brazos les puede llegar a perjudicar, lo cierto es que acunarse hará que el dolor desaparezca ya que como hemos dicho, el intestino se relajará gracias a la estimulación de los huesitos del oído.