Los niños ven a sus papás como sus héroes, su ejemplo, una imagen a seguir y lo que definitivamente quieren ser cuando sean grandes, es por eso que los adultos deben cuidar los comportamientos frente a sus hijos y educarlos de la mejor manera para que sean personitas alegres, educados y con valores. Los niños son como esponjas y absorben todo lo que ven, oyen, sienten y perciben, entonces los padres deben ser cuidadosos con todo lo que hacen porque son las primeras figuras a seguir, ya sea para bien o para mal. El papá o la mamá son ese niales para poder superar los miedos que puedan tener desde pequeños, ya sea a la oscuridad, a la altura, a los insectos o a un perro que pueden ser los más básicos, pero también pueden ser importantes en momentos críticos como superar el temor a una prueba en la escuela, a hablar en público o a quedarse solos por algunas horas. Depende de la formación de la personalidad, del apoyo que puedan brindar, del orgullo que sientan los padres de sus pequeños y que se lo demuestren.
El amor es uno de los valores que mejor pueden expresar y eso se aprende desde que son recién nacidos, porque al sentir el cariño y la dedicación de sus progenitores, saben que ese sentimiento es bueno y que es fácil y fortificante darlo a los demás. Algunos de los que más disfrutan de ello, son los abuelos, quienes se convierten en segundos papás y en esa persona en la que pueden depositar más confianza, jugar a lo que sea y compartir momentos y tiempo sin que teman que deben ir a trabajar.
La felicidad es esencial y se nota en las expresiones y el comportamiento de un niño, por eso es fácil identificar a un pequeño que sonríe y juega, disfruta la vida y tiene a unos padres que lo han cuidado y protegido desde pequeño, a diferencia de un niño rechazado, abandonado, golpeado y no querido, pues generalmente tiene miedo, es retraído, nervioso e introvertido.
Los buenos hábitos alimenticios son importantes para el desarrollo y crecimiento de los hijos y la salud a un largo plazo evidenciará ese cuidado y nutrición adecuada. Si un niño ve que su papá o su mamá se la pasa consumiendo comida chatarra o exceso de grasas y se acostumbra a comer eso, probablemente sea un joven o un adulto, sedentario y que prefiere los menús recargados en colesterol. Además es imposible que aun adolescente se le trate de inculcar el consumo de frutas o verduras cuando no conoció ese tipo de dieta en su infancia.
Así mismo los hábitos en su rutina diaria, también son adquiridos por lo que ve de sus papás, así si quieren un hijo responsable, educado, juicioso y entregado a su colegio y tareas en el hogar, ellos deben enseñarle que es lo que debe hacer, como hacerlo y que sirvan de ejemplo, porque de nada sirve exigirle a un niño que tienda la cama y sea ordenado, c cuando papá solo tira la ropa por todo lado y mamá deja la loza sucia y jamás hace aseo porque le da pereza. Si tienen hermanos, el trato debe ser igual, y evitar que a uno se le exija más y a otro no, porque entonces crecerá con un concepto de desigualdad, en el que hay algunos de los que se puede aprovechar y no es la concepción adecuada de valores.