La alimentación de un niño es esencial para su desarrollo, pero se podría decir que el desayuno es la comida mas importante mientras está creciendo, porque asegura su desempeño diario y la calidad en la salud. Se dice que es la comida más importante del día y en efecto lo es, y si es importante para un adulto, es mucho más para un niño. Necesariamente debe ser equilibrado y evitar recargarlo de grasas o dulces, por eso es importante el consumo de alimentos como la leche, los jugos sobre todo de cítricos y algunos hidratos de carbono para que obtengan la energía que necesitan a lo largo del día.
El problema que se ha detectado últimamente es que menos de la mitad de los niños desayunan correctamente, unos porque no tienen medios para adquirir todos los alimentos y sufren de desnutrición; y otros porque solo consumen comida chatarra y azúcar concentrado en las horas de la mañana, dejando de lado las frutas y los cereales. Otro de los inconvenientes, es que todo se hace de afán y no se sabe si es por un mal manejo de tiempo, pero los niños embuten la comida en su boca, no realizan una buena digestión o dejan la mitad de la comida, por salir corriendo al colegio. Si un niño no desayuna bien, serán evidentes la falencias y necesidades, no tendrá energía, todo el día andará cansado, sin ganas de hacer nada, con sueño y sin alguna intención de prestar atención a lo que pasa a su alrededor, así que por obvias razones, el desempeño escolar será pésimo.
Un error que cometen las madres y padres, es que en la búsqueda de esa energía que necesitan diaria, dan de comer a sus hijos productos de bollería, porque creen que por tener un gran contenido de azúcar, sus hijos estarán vitales todo el día, pero sin darse cuenta, los están metiendo en el mundo de la obesidad y problemas cardiovasculares y diabetes desde muy corta edad. Algo que jamás pueden permitir los padres, es que sus hijos exijan el consumo de comida chatarra como pizzas, hamburguesas o perros de desayuno y menos que la sobremesa sea un vaso de gaseosa, porque será fatal. Entonces lo más aconsejable son los lácteos, la leche, quesos, y yogures; cereales, pan o galletas como hidratos de carbono; necesariamente frutas y vegetales frescos o en jugos o batidos; y por ultimo consumo moderado de mermeladas, miel y jamones y margarina.
Un buen desayuno, debe contener por lo menos tres de las opciones anteriores para que sea efectivo y benéfico para la salud del niño. El objetivo es que esto se vuelva un hábito y poco apoco sea el niño el que aprenda a pedir los alimentos saludables y rechace lo que considere negativo.