Tanto la obesidad como el bajo peso de la mujer son riesgosos durante el embarazo. La primera se asocia con mayores probabilidades de enfermedades como ser diabetes gestacional, presión alta y complicaciones durante el parto; mientras que el segundo con más posibilidades de tener un bebé de bajo peso. El peso previo al embarazo, su talla y el aumento de peso durante el mismo, se relacionan con el peso del bebé al nacer.
El peso al nacer es un indicador sumamente importante de la salud del bebé recién nacido. Cuanto menor sea el peso al nacer, mayor probabilidad de mortalidad neonatal e infantil; problemas en el desarrollo y crecimiento del niño durante sus primeros años de vida y mayor riesgo de muerte en la adultez como consecuencia de enfermedades cardíacas.
Embarazada con bajo peso
El bajo peso y la desnutrición de la madre durante el embarazo se relacionan con un mayor riesgo de bajo peso al nacer; riesgo de retardo del crecimiento y mortalidad infantil.
Un índice de masa corporal (IMC, determina si hay bajo peso, peso normal o sobrepeso) menor a 20 previo al embarazo o en el transcurso del primer trimestre, muestra un déficit en el peso de la mujer. Esto requiere un seguimiento nutricional especializado durante el embarazo, ya que para disminuir el riesgo de problemas de salud del bebé, estas mujeres deberán aumentar entre 12 y 18 kilos.
Embarazada con sobrepeso y/o obesidad
El sobrepeso y la obesidad incrementan la incidencia de algunas complicaciones y enfermedades durante el embarazo. Entre ellas diabetes gestacional, presión alta, preclampsia, eclampsia y dificultades durante el parto por la alta proporción de bebés de más de 4 kilos.
Las mujeres con un IMC de entre 25 y 29,9 previo al embarazo o durante el primer trimestre, tienen y mayor riesgo de complicaciones como ser diabetes gestacional, preclampsia, eclampsia y macrosomía fetal (bebés de más de 4 kilos al nacer), sobre todo si aumentan mucho de peso durante la gestación.
Las mujeres con un IMC mayor a 30 deben recibir un seguimiento médico especial y no aumentar más de 7 kilos en todo el embarazo.
El peso ideal
El aumento de peso óptimo durante el embarazo, se relaciona con menos riesgos tanto en la salud de la madre como del bebé; tanto en la gestación, parto, puerperio y demás etapas.
Para determinar la ganancia de peso óptima debe considerarse la talla y el peso de la madre antes del embarazo.
El IMC entre 18,5 y 24,9 indica que se trata de una mujer con un peso saludable y menor riesgo de complicaciones durante el embarazo, el parto y tener un bebé con bajo peso o de más de 4 kilos al nacer.
Si se comienza el embarazo con un IMC dentro de estos parámetros, la ganancia de peso permitida durante el embarazo será de entre 11 y 16 kilos.
Una alimentación equilibrada y sana antes y durante el embarazo, son las mejores opciones para llevar un embarazo y parto saludables.