Durante el embarazo de presentan todo tipo de malestares, pero uno de los que mas aquejan a las mujeres cuando están en la etapa final, es el dolor de la espalda. por eso es bueno que durante los primeros meses se realice algún tipo de actividad física, para que el cuerpo tenga mas resistencia. Es común que estos dolores se presenten por el peso de que empieza a generar le bebé y la posición que adoptan las madres hacia atrás para que sea más fácil movilizarse. La mayoría de veces se presentan por el crecimiento del útero y por las alteraciones hormonales. Con respecto al útero, el peso hace que se desplace y por ende los músculos empiezan a estirarse y que el cuerpo empiece a cambiar de posición para resistir esos cambios. Necesariamente el esfuerzo será mayor y es como llevar carga en unas bolsas pero constantemente, lo que hace que el cuerpo y tanto huesos como músculos se canses y necesiten descansos prolongados y repetitivos. Las peores horas son las de la noche, pues es el resultado de acumulación de estrés y de resistencia física.
Con respecto a los cambios hormonales, lo que hacen con sus alteraciones hacen que se distiendan las articulaciones que van conectados a la columna, por eso es que se presentan fuertes dolores y calambres. Dependiendo de la etapa del embarazo y de la contextura de la madre, los dolores pueden intensificarse o calmarse con determinadas posturas, como estar de pie, acostada, sentada o caminar por largo tiempo. Estas dolencias son comunes pues cerca del 80% de las chicas embarazadas los sienten, aunque se da con mayor frecuencia en los últimos 3 meses del embarazo. A veces pueden durar incluso después de que el bebé nace, pero desaparecen en los meses siguientes. Los dolores casi siempre son de dos tipos, los lumbares o parte baja de la espalda y el pélvico posterior que se da justamente detrás de la pelvis. En los casos más fuertes, hay dolor en ambas zonas.
Es normal que se pueda extender a las piernas y que sea aun más insoportable, pero lo importante es tener paciencia y tener en cuenta las recomendaciones médicas y de vez en cuando consumir remedios naturales que puedan minimizar el dolor y relajar el cuerpo. Es común que casi todas las mujeres los padezcan, pero serán seguros en mujeres que queden en embarazo y tengan una vida sedentaria y que por ende tengan totalmente débiles los músculos de espalda y abdomen.
En los casos de madres de gemelos o más bebés, puede complicarse la situación, porque el peso será mucho mayor y si se está en condiciones de obesidad, pueden presentarse complicaciones durante el embarazo y el parto. Las recomendaciones más comunes para controlar el dolor son principalmente las técnicas de relajación y seguir adecuadamente las recomendaciones de los cursos prenatales. Las mezclas de calor y frío pueden funcionar muy bien para distensionar los músculos y de vez en cuando los masajes y las visitas a un spa, pueden ser maravillosas.