Aunque en realidad sólo debería denominarse leche a las de origen animal, existen diversos tipos de bebidas blancas como las de soja, de arroz o de almendras, extraídas de vegetales y que constituyen una excelente alternativa para las personas que por distintos motivos, no beben leche de vaca.
Leche de arroz y leche de almendra
La leche de arroz es especialmente adecuada para las personas celíacas o que son intolerantes al gluten aparte de contener un contenido graso de un 1%, lo que la hace perfecta para las personas que padecen de colesterol, a la vez que es rica en azúcares naturales que se asimilan lentamente. Las ventajas que ofrece este tipo de leche es que se digieren muy fácilmente ideal para las personas más mayores. También está indicada para todos aquellos que lleven una dieta de adelgazamiento porque aporta muy pocas calorías e incluso para los diabéticos ya que sus hidratos de carbono son de lenta asimilación.
Otro tipo de leche cada vez más consumido es la de almendras, que se elabora extrayendo los frutos del almendro para ponerlos a macerar en agua y luego triturarlos para conseguir sacar todo su zumo que se une después a un almíbar concentrado, consiguiendo de esta manera una crema condensada que debe consumirse mezclada con agua. Este tipo de leche es muy rica en proteínas y en grasas, además de ser muy energética y sin gluten por lo que puede ser consumida por las personas celíacas. Además resulta un complemento perfecto para las mujeres que están dando el pecho a sus bebés y para las embarazadas por su alto aporte de calcio y de energía. Otro de sus múltiples beneficios es que es astringente por lo que se recomienda a todas aquellas personas que padecen diarrea.
Leche de avena y leche de soja
La avena es un cereal muy rico en proteínas que aporta ácidos grasos insaturados como el ácido linoleico o los fosfolípidos además de contar con una destacable cantidad de fibra soluble, que ayuda a rebajar los niveles de colesterol y de ser adecuada para todas las personas que cuentan con digestiones difíciles o que están llevando a cabo un régimen de adelgazamiento gracias, a su bajo contenido calórico. También es una buena alternativa para los deportistas o para aquellos que sufren intolerancia a la lactosa o a las proteínas con las que cuenta la leche de vaca.
Una de las leches más conocidas es la de soja, que se utiliza en una gran cantidad de preparados proteínicos de tipo vegetal por ser muy rica en hierro y por supuesto, en proteínas. La leche de soja cuenta con múltiples ventajas como es la de prevenir los síntomas de la menopausia o de la osteoporosis gracias a sus fitoestrógenos, de igual manera que ayuda a rebajar el colesterol. Entre sus propiedades cabe destacar que es muy digestiva, no tiene gluten, ni lactosa, ni colesterol, es rica en proteínas de muy alta calidad y es equilibrada en ácidos grasos lo que la convierte en una de las leches preferidas por todos aquellos que tienen alergia a las proteínas que proporciona la leche de vaca o que tenga intolerancia a la lactosa.