Desarrollo físico del bebé durante sus primeros días de vida. Parte II

Los cambios en las proporciones corporales ocurren fundamentalmente como resultado del crecimiento del esqueleto, principalmente de los huesos largos. El proceso de osificación se inicia antes del nacimiento y se prolonga hasta la adolescencia. El tipo de cambio que se da en este proceso es siempre el mismo, aunque varía el ritmo debido a las diferencias individuales. Desarrollo  físico del bebé durante sus primeros días de vida. Parte II

Dientes y músculos

Los dientes empiezan a formarse en el feto hacia la sexta semana. Generalmente no son visibles en el momento del nacimiento. El primer diente acostumbra a salir a los cinco o seis meses, pero hay grandes diferencias entre cada bebé. Los primeros dientes de leche caen y son sustituidos por dientes definitivos que parecerán más tarde.

Aunque el recién nacido tiene todas las fibras musculares que habrá de poseer definitivamente, son muy pequeñas en relación con su tamaño posterior. Sin embargo, hay un crecimiento continuo de la longitud, del ancho y del espesor de los músculos. Los músculos estriados o voluntarios todavía no están sujetos completamente al control del niño durante su primer año de vida. Se fatigan fácilmente y se recuperan rápidamente en las primeras etapas del desarrollo de respuestas voluntarias, tales como las de sentarse y caminar.

Desarrollo motor

La actividad infantil, los movimientos de rodar, andar a gatas, agarrar y  manipular objetos, son importantes para el crecimiento muscular y la coordinación neural, constituyendo el fundamento del desarrollo posterior. Los movimientos de incorporarse, gatear, tenerse en pie y andar se desarrollan de forma secuenciada. La mayoría de los niños son capaces de incorporarse, con ayuda, a los tres o cuatro meses y pueden hacerlo ya solos a los seis o siete meses de edad. A los diez meses, sus manos y rodillas tienen ya la fuerza suficiente para soportar el peso del cuerpo. Por término medio, los niños, a los doce meses, andan sin ayuda. Sin embargo, algunos niños empiezan a andar a los diez meses y otros no lo hacen hasta cumplir los dos años.

En cualquier caso el desarrollo motor precoz no está relacionado necesariamente con un índice de inteligencia superior. No existen tampoco diferencias sociales ni sexuales. No es necesario enseñar a andar a un niño; él aprende sin ayuda del adulto. Como en cualquier otro aspecto, el desarrollo normal depende de un entorno adecuado, debiéndose dar a los niños la oportunidad de explorar el ambiente de acuerdo con su edad y con su grado de desarrollo.

Manipulación

Al igual que la locomoción, la capacidad manipuladora pasa por una serie de etapas en su desarrollo. Hasta las 20 semanas siguen los objetos con la mirada. Algunos niños de 20 semanas de edad estiran los brazos en la dirección general del objeto y producen movimientos lentos, torpes y angulares para alcanzarlos. En ellos participan primordialmente los hombros y los codos.

Al aumentar la edad, los movimientos se vuelven más directos y participan en ellos las muñecas y las manos. Hacia las 60 semanas de edad, el niño estira los brazos para coger objetos atractivos, sin realizar movimientos superfluos.