La manos deben ser especialmente cuidadas, debemos conocer que factores les atacan más y que otros facilitan su perfecto estado.
Las manos son una de nuestras tarjetas de visita. Aunque no nos demos cuenta, nos fijamos mucho en las manos de los demás y ellas nos dicen si son personas expresivas o frías.
El efecto que causa en los demás el aspecto de nuestras manos depende de cómo las cuidamos. Hay agentes como el frío, el agua, los productos de limpieza… actúan sobre ellas y no siempre producen beneficios. Es inevitable, que tengamos que realizar determinadas tareas con las manos, pero esto no impide que procuremos protegerlas todo lo que podamos.
Las manos normalmente nos envían señales de su necesidad de cuidado; las sentimos ásperas, secas y estropeadas. Si no ponemos remedio, nos encontramos no sólo con un problema estético, sino que comienzan a aparecer grietas, sequedades profundas o heridas que te molestan durante el día y son muy difíciles de curar. El mayor problema de unas manos es cerrar una grieta. Por eso es más eficaz el camino de la prevención, que el de la cura.
Las manos son una de las partes del cuerpo que están casi siempre expuestas al frío, al calor, a los roces, a la contaminación, etc. La solución más efectiva como prevención es la hidratación y la nutrición con cremas, esto aumenta la resistencia de la piel y las agresiones ambientales se reducen enormemente.
Debemos buscar la crema adecuada a nuestra piel. No todas las que existen son convenientes. Cada persona tiene un tipo de piel y lo que va bien a una persona a otra puede perjudicarle.
Como forman parte de nuestro cuerpo, la hidratación en general de nuestro organismo, será beneficiosa también para las manos. No podemos olvidar que nuestro organismo es una unidad. Es necesario hacer una aporte de agua suficiente, nos conviene beber agua, zumos o infusiones para garantizar una buena piel en todo nuestro cuerpo.
Debemos vigilar sobre los jabones que utilizamos y hacerlo con agua templada, para evitar las agresiones o cambios de temperatura, que perjudican a nuestras manos. Después de lavarnos las manos es un buen momento para aplicarnos la crema.
Existen productos farmacéuticos que ayudan a relajar las manos mediante baños de agua con determinados productos. Uno de estos ejemplos es Panreumol es un baño de manos que ayuda a aliviar la sensación de entumecimiento, rigidez matutina o fatiga de las manos a la vez que suaviza la piel.
Si se realizan deportes de invierno, es bueno aplicar crema antes de empezar, aunque se lleven guantes. Y si se vive en un clima frío la costumbre debe ser diaria.
Es conveniente echarse crema en las manos dos veces al día, en concreto por la mañana después de la ducha para protegerla de las agresiones diarias y por la noche antes de acostarte para que se regenere.
Las uñas forman parte de las manos y también necesitan sus cuidados. La mayoría de las cremas para manos tienen ingredientes les aportan beneficiosos. El esmalte da a las uñas un aspecto saludable y más estético. Dedicar un tiempo a pintarlas y mantener en buen estado la pintura y la forma, eliminando cutículas y limándolas, reforzará nuestra imagen de personas que cuidan su apariencia externa hasta en los más pequeños detalles.