La idea de tener más de dos hijos debe ser analizada en este momento,en el que se viven tantas dificultades sociales y económicas y las necesidades se hacen más latentes. Pero por otro lado no hay que dejar de lado aquello de que los hijos únicos aunque pueden ser una gran felicidad también representan un reto, porque hay que aprender a educarlos para que no sean malcriados. 
Actualmente es la pregunta que se hacen muchas mujeres y sus parejas por las situaciones tan críticas que se viven, entre ellas las crisis sociales y económicas, incluso hasta familiares, porque son menos los matrimonios o uniones que duran mas de tres años, pues el amor se acaba, el trato es diferente y los que terminan afectados son los hijos, que frecuentemente son pequeños. Para las mujeres o por lo menos la mayoría, el ser mamás es lo mejor que les puede suceder y cada hijo que nace es un nuevo regalo y experiencia, pero ahora, antes de tener más de dos hijos debe ser pensado.
La idea de tener más de un hijo es que el niño que nació primero no se quede solo, que tenga con quien jugar, tenga con quien crecer, tenga con quien compartir sus cosas, además que los hijos que crecen únicos muchas veces son educados incorrectamente porque se les da todo, el mundo está a sus pies y es contraproducente para su desarrollo como persona. Cuando nacen más de dos, se presentan problemas de peleas, celos, disputas por el amor de los padres y la atención de las personas para que sean los consentidos, aunque esto ya depende de la actitud de los padres, de la forma de educarlo, de guiarlo, de enseñarle a ser respetuosos y que sus hermanos son para quererlos y no para pelear. Algo con lo que tienen que aprender a sobrevivir es que es común que se presenten peleas por los juguetes y gritos y llantos que a veces pueden llegar a ser desesperantes.
Algo que hay que evaluar es que el dinero es un factor importante, porque de él depende la alimentación, la ropa, el colegio y demás necesidades básicas, entre ellas hasta la ubicación y el espacio en una casa debe ser considerada, pues están bien que cuando pequeños duerman en cuarto compartido, pero a medida que crecen pueden ir queriendo su privacidad e independencia y es necesario que cada uno tenga su espacio o habitación.
Otro aspecto que muchas piensan es que después de un tiempo las madres han superado esas etapas de crianza de recién nacidos y su primero hijo ya está algo grande, casi entre los 6 y 8 años, o a veces en la adolescencia, pero el quedar embarazada nuevamente en ese momento se les hace algo impensable debido a que ya no sienten que tengan la misma paciencia y no quieren volver a esa etapa de amamantar. Esto último va ligado con el espacio que los padres necesitan, que quieren salir, tener un momento de diversión y distracción y que no tengan que estar muchas veces limitadas con el hecho de no poder dedicarse tiempo a sí mismos, sobre todo las madres, por el hecho que son quienes les dedican día y noche para educarlos y cuidarlos.
