La ausencia o abandono de los padres puede llevar a que los hijos sean criados por los abuelos y en ocasiones puede ser un proceso confuso y muy pesado, pues unos no tienen todas las capacidades de criar a alguien por su edad y otros pueden sentir rabia por el abandono de sus padres reales. Son muchos los niños que son criados por sus abuelitos, ya sea porque sus padres no quieren responsabilizarse de ellos, porque trabajan todo el día o porque desafortunadamente murieron. Y es un proceso muy complejo para los dos, tanto para el niño como para el abuelo, porque a pesar de tanto amor, hay cosas que la edad no les permite realizar o para un niño, entender que pasa con sus padres reales es difícil aunque si lazo de unión es tan fuerte que llegan a ser esenciales en su vida.
El problema surge cuando se afronta diversas emociones pues puede dar felicidad pero también miedo, angustia, estrés e irritabilidad, pues es sabido que los abuelos ya criaron a quienes debían y debe ser preocupante tomar esta responsabilidad por segunda vez y con más años. Además que con el paso de los años se hará más evidente el hecho que no pueden compartir espacios comunes como los padres e hijos normales, pues sus eventos y amigos son muy adultos para un niño y también las zonas de esparcimiento y desenvolvimiento infantil no se ajustan a los adultos mayores.
También es común el miedo a irse pronto, la muerte a su edad es muy común y sentirán haber dejado una tarea a medias, pues quisieran ver a sus nietos realizados, así como lo hicieron con sus hijos, pero el reloj cronológico no les ayudará mucho. Y no solo para los abuelos, sino para los hijos, pues sentirán un gran vacío con esta partida y sentirán que no podrán seguir sin su guía y mentor.
Este tipo de crianzas en ocasiones puede funcionar como el de niños adoptados, pues los adultos mayores sufren constantemente de miedo al sentir que probablemente los padres regresen y les arrebaten los niños sin razón alguna o tal vez la misma ley, al verlos incapaces de hacer las cosas, por estas mismas razones se han generado soluciones para estos problemas, por ejemplo:
– Verificar las prioridades y aceptar el reto de la crianza, porque aunque sea de la misma sangre es una tarea muy compleja- Tomar tiempos personales, ya que aunque se críen hijos no propios pero cercanos, también debe haber espacios individuales de meditación, descanso y relajación.
– Limitar las acciones de los nietos, porque así sean de un lazo en estado secundario, hay que poner derechos y deberes, no permitirles todo y exigirles cosas básicas y el hecho que sean adultos mayores no quiere decir que puedan faltar el respeto.
– No recargar todo el peso y ser duro consigo mismo, pues siempre habrán cosas que no salgan bien y no todo dependerá del abuelo. Incluso si la situación es bastante pesada, es necesario buscar ayuda y orientación para poder criarlos de la mejor manera y orientar las dudas.Muchas veces el mal comportamiento de un niño deriva de la situación que viven, de una confusión extrema de no saber quién es quién, de cómo actuar frente a alguien.