Dormir es fundamental para asegurar el correcto crecimiento y desarrollo, tanto físico como mental, de tu hijo. Sin embargo, un exceso de horas de sueño le puede pasar factura, haciendo que se encuentre más cansado que si no hubiera dormido nada.
¿Cuántas horas de sueño necesita? – Los recién nacidos necesitan de 16 a 20 horas de sueño diario. – A partir del tercer mes reducen a 14-15 horas.
En cuanto empiezan con la alimentación sólida, duermen la mayor parte de horas por la noche, unas 10-12 de noche y otras 2 o 3 de siesta.
– A partir de los 2 años, duermen unas 12 horas en total, de las cuales una al menos tiene que ser de siesta. – Al empezar el colegio, abandonan la siesta y necesitan dormir unas 10 horas por la noche. ¿Es perjudicial dormir mucho? Dormir las horas adecuadas es fundamental para asegurar nuestra salud, y más aún en el caso de los niños ya que mientras duermen, su cerebro y su cuerpo se desarrollan.
Dormir poco lleva al cansancio, la fatiga, asimilar mal los nutrientes, rendir menos en el colegio, tener menos energía para jugar y divertirse, etc.
Sin embargo, dormir demasiado tampoco es bueno. Dormir mucho hace que nuestro cuerpo se relaje en exceso, y es que los biorritmos bajan y la velocidad metabólica también. Nuestro organismo se vuelve más lento, y cada vez nos sentiremos más cansados y con menos ganas de afrontar el día a día. Esto es lo que se conoce como sensación de letargo, ya que nuestras acciones se ralentizan debido a la prolongación del tiempo en el que el organismo apenas tiene actividad.
Una duración excesiva del sueño o dificultades a la hora de despertarse pueden ser un síntoma de alguna enfermedad física (gripe, anemia…) o de problemas en el colegio, con los compañeros, en casa. Es posible que se refugie en el sueño para evitar afrontar sus dificultades.
Habla con él y trata de averiguar si algo le ocurre o si está preocupado por algo. ¿Le obligo a dormir menos?
– Si no tiene ninguna enfermedad que requiera aumentar sus horas de sueño, debes controlar el tiempo que dedica tu hijo a dormir.
Diez horas seguidas, de sueño profundo y tranquilo, es más que suficiente. – Si su exceso de sueño se debe a algún problema personal, averigua cuál es y trata de solucionarlo. Y es que si está preocupado, por muchas horas de sueño que eche su mente no descansará.
– Acuéstale y levántale cada día a la misma hora. Durante el curso es más fácil controlar lo que duerme. Según la hora a la que le levantes para ir al cole, calcula a la que debe irse a dormir para que no sean más de 10-11 horas. – Los fines de semana, retrasa la hora de irse a acostar.
Y por la mañana, lo mejor para que tenga ganas de levantarse y no remolonee en la cama es que desayunéis todos juntos y luego le propongas planes divertidos para emplear el día.
– No seas estricto. Si un día está más cansado o ha dormido peor, déjale que duerma siesta o se vaya a dormir antes. Por un día que duerma más de lo normal no pasa nada.