El insomnio es un problema que causa en la mayor parte de los casos un desequilibrio en quien lo padece. Los bebés y niños pueden también sufrir de insomnio con el agravante que a su vez este problema no permite el descanso de sus padres. La pregunta entonces es ¿Qué hacer cuando el niño tiene problemas a la hora de dormir?
Es esencial asegurarse que el niño no está sufriendo algún tipo de dolencia o trastorno y de esta forma saber que se trata esencialmente de una fase normal en el crecimiento. Los niños pequeños y en especial los bebés están naturalmente preparados para despertarse ya que necesitan sobrevivir o sea comer y por lo tanto lo harán varias veces por la noche, muy diferente al caso de niños que pueden estar sufriendo un trastorno del sueño.
Entre los síntomas más comunes que suelen padecer se encuentran por ejemplo la dificultad para dormirse solo y despertarse varias veces por la noche.
A esto se suma un sueño muy superficial y el hecho que duerme menos horas de las que son habituales para su edad cronológica. Los motivos para que un niño sufra de insomnio son diferentes y cada uno tendrá una solución distinta.
Así por ejemplo, las siestas muy prolongadas pueden traer como consecuencia la falta de sueño por la noche. La solución en este caso es espaciar las siestas y dejar pasar unas tres horas entre cada una no afectando el ciclo normal de su alimentación.
También, hay niños que se resisten a acostarse y esto puede modificarse a través de rutinas que incluirán una hora fija para ir a la cama. Existen casos donde se producen problemas con las fases del sueño, que por lo general coinciden con algunos acontecimientos como días de fiesta, vacaciones donde los horarios se pueden ver alterados.
Aquí la solución más viable es intentar que el pequeño cumpla alguna de las rutinas a los que ya estaba acostumbrado y así el cambio será menor.
Las pesadillas y los terrores nocturnos suelen ocasionar problemas diversos entre ellos problemas para dormir, por ello es necesario buscar ayuda psicológica, además de consolar al niño tras una pesadilla para que se calme y al día siguiente hablar sobre lo ocurrido y hacer ver que se trata de algo irreal.
Según estadísticas recientes la mayoría de los niños hasta los 3 años tienen algún tipo de problema al dormir y entre un 50% y un 70% de ellos duermen menos horas de las que deberían. Según los especialistas cualquier momento es bueno para iniciar un tratamiento cuando los problemas de insomnio se intensifican y de iniciarse algún tipo de terapia es esencial que no existan traslados ni salidas de fin de semana hasta que concluya el tratamiento.
Por otra parte, para lograr que el niño duerma existen diferentes métodos que suelen dar buenos resultados pero es esencial asumir primero que es algo natural en una etapa de la vida del niño y una vez descartado un trastorno de sueño.
Es importante no dejar al niño llorando sino acompañarlo, contarle un cuento y estar a su lado hasta que pueda dormirse haciendo de esto una rutina que a la larga será saludable y el niño podrá dormir sin problemas. A partir de los seis meses el niño ya incorpora alimentos sólidos por lo tanto deberá descansar durante el día y al llegar la hora de ir a dormir el ambiente de la casa se encuentre tranquilo, sin ruidos y en lo posible con algo de música y luces suaves.
Evitar llevar a dormir al niño en horarios muy avanzados de la noche y siempre tener en cuenta que debe ser una rutina relajante que al hacerse todos los día creará la rutina ideal para el pequeño. Rutinas adecuadas y un baño reconfortante son claves para un ben descanso y que de forma paulatina traerá los efectos deseados.
Foto Vía:babynotsleeping