Mantener una alimentación sana consumiendo queso, es posible si optamos con ingerir aquellos que son más ligeros pero que son de igual manera ricos en nutrientes tan esenciales como el calcio y que no dejan de resultar deliciosos. Cómo elegir un queso ligero
El queso es un alimento muy completo que cuenta con nutrientes como el calcio, el fósforo y una gran variedad de vitaminas, por lo que eliminarlo de la dieta supone un error, ya que por el contrario debería de ser consumido casi a diario. Pero si te preocupa tu figura, es cierto que debes saber cuales son las variedades que más te convienen.
Son muchos los tipos de queso que existen en el mercado cada uno de ellos con sus características propias, pero para seleccionar los más ligeros se deben de tener en cuenta una serie de cosas como su apariencia, que nos dará pistas sobre la cantidad de grasa que posee. Normalmente los más blandos, menos curados y más húmedos son los que menos calorías contienen, ya que cuanto más agua pierde el queso durante el proceso de su curación, más se concentran los nutrientes, entre ellos, por supuesto, las grasas, de esta manera los más duros, de un color más oscuro, con olor fuerte y los más secos son los que aportan más grasa al organismo. Aunque la excepción son los quesos untuosos como el brie o el camembert, que aunque poseen una corteza algo dura y su interior es esponjoso, aportan muchas calorías.
También es importante tener en cuenta que los quesos lights no significan que contengan pocas calorías ya que este término es utilizado para aquellos alimentos que poseen menos grasa que en su versión original, pero que aún así la contienen, por lo que es importante a la hora de comprar un queso de estas características, fijarse en la etiqueta para saber cuánta grasa tienen.
Los quesos frescos
Aquellos quesos que en vez de curarse se pasteurizan, es decir, que son sometidos a temperaturas muy altas durante unos segundos, suelen resultar las variedades más ligeras, siempre y cuando no se les haya incluido nata. Entre ellos cabe destacar el queso de Burgos, perfecto para utilizar en bocadillos o en ensaladas y que además de ser muy ligero cuenta con variedades que no contienen absolutamente nada de grasa. El queso cremoso para untar, la mozzarella Light, o el requesón, obtenido éste último a raíz del suero fermentado del queso, contienen menos grasa que la mayoría de los quesos.
El queso obtenido de prensar cuajada, recibe el nombre de cottage y su cantidad de grasa es mínima por lo que es ideal para ser usado tanto en recetas dulces como saladas. El quark es un queso obtenido de la leche de vaca, de cabra y de oveja con un sabor bastante ácido, parecido al del yogur y que resulta muy ligero.
Uno de los sustitutos del queso que se utiliza cada vez con mayor frecuencia es el tofu o queso de soja que es muy bajo en calorías y contiene muchas proteínas, pero hay que tener en cuenta que no aporta nada de calcio, por lo que no puede considerarse como un sustituto de ningún lácteo.