Hoy en día existe un dilema de acuerdo a si es mejor tener hijos que se lleven pocos o muchos años, de manera que existen diversos factores a tomar en cuenta. Por eso, a continuación, se presentan las ventajas e inconvenientes que surgen a razón de las diferencias de edad entre los hermanos. Hermanos con 1 o 2 años de diferencia
Si los niños se llevan tan escasa diferencia lo más probable es que el más grande se adapte rápidamente a la llegada del nuevo integrante de la familia. De manera que se le podrán ofrecer explicaciones simples acerca del bebé y será perceptivo a comprenderlas. Cuando el niño menor cumpla su primer año de edad ya podrá interactuar con el hermano, tanto con indicaciones simples como en el juego, de tal forma que a partir de ese momento serán casi inseparables por la cercanía de las edades. Además son mucho menores las posibilidades de que surjan celos entre ellos, ya que compartirán casi todos sus juguetes y actividades, por lo que en sus vidas habrá mucha igualdad como hermanos. Por otra parte, la dedicación y tiempo que requiere la crianza en la primera etapa de los hijos se multiplicará, de manera que el trabajo será más intenso. Posiblemente estén ambos niños con pañales, biberón, carro de paseo, etc. al mismo tiempo, por lo que será más difícil tener suficiente paciencia para ambos. No obstante algunas parejas ven esto como una ventaja, ya que cuando los niños adquieren algo de autonomía los padres ganan independencia también, aún más por el hecho de que ellos pasaran el tiempo juntos sin requerir tanto a sus padres en sus actividades.
Hermanos con 3 o 4 años de diferencia
Cuando los niños tienen esta diferencia de edad, el hermano mayor puede tener un papel en la crianza del hermanito recién llegado, pero aún así la diferencia sigue permitiendo que puedan sentirse amigos e iguales, logrando compartir muchas actividades y juegos, especialmente a partir de los 2 años del hermano menor y hasta la llegada de la adolescencia en el mayor. Además los padres tienen la posibilidad de tener más tranquilidad en la crianza del segundo bebé, ya que el niño mayor posee cierta autonomía e independencia.Por otra parte, las inquietudes del hermano mayor respecto al nuevo bebé serán más notables, debiendo darse explicaciones y atenciones más extensas a partir del embarazo. Otro problema de esta diferencia de edad es que el hermano mayor suele adquirir celos inevitables hacia el bebé, ya que el se lleva gran parte del tiempo y dedicación de los padres, cosas que solían ser exclusivamente de él. Igualmente, si se implica correctamente al hermano mayor en la crianza, puede ser de gran ayuda en cuanto al cuidado del nuevo integrante de la familia, desarrollando afecto y sana curiosidad por el desarrollo bebé.
Hermanos con más de 5 años de diferencia
Tal extensa diferencia de edad permite a los padres disfrutar del nuevo bebé con más entusiasmo y confianza, ya que tienen una perspectiva y madurez diferente al haber pasado por la primera infancia de otro niño antes. Además, el hijo mayor disfrutará más tiempo de la vida como único hijo, por lo que estará en condiciones de aceptar mejor la llegada del nuevo integrante, con más comprensión de la situación. Generalmente cuando existe esta diferencia de edad el hermano mayor toma el papel de protector del pequeño sirviéndole de guía y apoyo en cambio de compañero de juegos. Por otra parte, los padres deben volver a empezar, renunciando a la libertad que recién se lograba tener por el crecimiento del primer niño. También se debe estar atento a posibles crisis de identidad en el hermano mayor, quien puede verse perdido en cuando a su lugar en la familia al ver que la atención hacia él se desvía. Tampoco compartirán muchos juegos ni actividades entre ellos, de manera que talvez no desarrollen los altos grados de compañerismo que existen con menos diferencia de edad.