Un cuadro de depresión postparto suele afectar a una de cada diez parturientas y si no se trata correctamente puede llegar a durar mucho tiempo. Suele presentarse dentro de las seis primeras semanas y puede llegar a durar de seis a nueve meses.
El principal síntomas: ansiedad
La ansiedad es el principal síntoma de estar padeciendo una depresión postparto y suele ser muy aguda y presentarse en forma de miedo a quedarse con el bebé a solas, por temor a que grite, a que se a que se ahogue, se caiga o que no quiera comer. Algunas madres que están deprimidas perciben a su niño pequeño como un objeto, sintiéndose distantes de él y viéndolo como un ser extraño y misterioso cuyas necesidades y emociones tienen que ser satisfechas. La tarea de una madre deprimida es muy dura, ya que todavía no se “ha enamorado” de su hijo, aunque el amor surgirá más tarde seguro.
De igual manera la ansiedad se manifiesta por el temor a no saber cuidar bien del bebé. Por alguna infección que pueda padecer o porque no se desarrolle adecuadamente. La ansiedad también puede generar preocupaciones por la salud de la madre y puede llegar a experimentar pánico cuando el pulso se le acelera o se siente debilitada, llegando a creer que jamás volverá a tener fuerzas ni energías. El miedo a quedarse sola con estas preocupaciones, puede llegar a originar que se sienta tan indefensa que incluso no desee que su marido se vaya a trabajar.
Riesgos de padecer una depresión postparto
Hay algunas mujeres que tienen mayor riesgo de padecer esta depresión si reúnen algunas de estas condiciones:
- Que hayan sufrido anteriormente una depresión posparto
- Que hayan experimentado ansiedad o depresión en el embarazo
- Que tengan antecedentes familiares o personales de depresión
- Que sufran de problemas económicos o de pareja
- Que tengan algún trauma de su niñez o situaciones estresantes.
Es importante señalar que estos factores no siempre causan una depresión postparto ya que muchas mujeres que los han padecido no han sufrido jamás una depresión de este tipo tras el nacimiento de su bebé.
Aprender a serenarse
Lo primero que debe hacer la recién estrenada mamá es serenarse y no pensar demasiado en el futuro bebé o en los problemas que pueden derivarse del nacimiento y tratar de disfrutar del recién nacido, descansar, saber pedir ayuda, no sobreexigirse demasiado y buscar tiempo libre.
También es muy importante dialogar con el padre del bebé sobre las inquietudes o miedos que se sienten y si no es posible, por las circunstancias que sean, buscar el apoyo de los amigos o de la familia que sabrán escuchar y comprender.
En cualquier caso existen varias formas para prevenir una depresión postparto y estas son: detectar de una manera precoz el trastorno, tratarlo lo antes posible y evitar las consecuencias que pueden derivarse de él.
Tampoco hay que sobreexigirse en las tareas diarias durante el embarazo y evitar los cambios drásticos y las mudanzas, por ejemplo, durante la gestación y sobre todo evitar ser una “súper mujer”.