El aprendizaje en los niños es gradual y depende de su interés por lo que hace, pueden llega r a ser buenos estudiantes pero no tiene que ver nada con la inteligencia, sino mas bien con la voluntad y la falta de pereza. A medida que crecen los niños, los padres pueden identificar si les gusta ir al jardín o al colegio, si les gusta aprender y hacer sus tareas o más bien quedarse todo el día en el televisor, pero hay maneras de poder enseñarles a los que no son tan dedicados a mejorar en sus estudios y aunque no sean genios, poder dar excelentes resultados, sin esclavizarse, porque no les gusta.
Lo primero es dejar de lado aquello de la inteligencia y que solo la tienen quienes son dedicados, pues justamente se refiere es eso, a la dedicación y voluntad de querer estudiar, de trata de motivación y de poder superar las pruebas cuando algo no se entiende o sale mal, en vez de dejar todo tirado o esperar a que otro lo haga, porque no es falta de inteligencia sino es ser una persona muy desocupada y descarada. Los cambios de voluntad de ven más en la adolescencia, porque puede que desde pequeño al niño le gustara hace r tareas y trabajos bien presentados, pero al crecer, los intereses cambian y el hecho de ser el primero de la clase o de tener las mejores notas, ya no lo trasnocha, tanto como las salidas, los viajes, los amigos y las fiestas.
Intervienen también las formas de estudio, las técnicas y maneras que usan para poder concentrarse, estudiar o leer, porque si es al frente de un televisor, de un videojuego que suspenden cada 20 minutos o de una reunión familiar, probablemente no logren hacer nada bien. Lo mejor es un recinto adecuado, con los materiales necesarios, con sus útiles y con música que le agrade pero que no los distraiga, es la mejor manera para hacer las cosas bien y rápido, además que es bueno el acompañamiento de los padres para que tengan una orientación y ayuda por si lo requieren. Es importante que siempre en clase se tengan en clase los apuntes y no creer que la memoria lo hará todo porque a veces puede fallar, así que hay que utilizar esas ayudas que se tienen a la mano para poder estudiar mucho mejor.
De todas maneras todo debe complementarse con la memoria, porque en un examen no se pueden hacer las cosas solas, pero hay que reforzarla y ejercitarla a diario para que tenga más capacidad de recordar cosas y sobre todo si se han estudiado, porque a veces los nervios o ansiedad traicionan. En medio de todo eso, cada niño ira encontrando su fortaleza y lo que le quedara más fácil de estudiar, mientras que aquello con lo que no pueda que generalmente son las matemáticas o la lectura, debe reforzarse tanto en el colegio como en el hogar.