Cuando empiezas a dar papilla a tu bebé puede que éste rechace esta nueva comida. Si quieres averiguar los motivos por los que lo hace y algunos consejos para saber qué hacer en estas situaciones, continua leyendo.
Al niño no le gusta la papilla
La respuesta más sencilla a la pregunta de por qué el bebé no quiere comerse la papilla es simplemente porque no le gustan los ingredientes utilizados. Puede ser que la fruta usada o las verduras utilizadas no se encuentren entre sus preferencias. Aún así, si le das un alimento nuevo al niño y éste lo rechaza, no quiere decir que no le haya gustado. Tendrás que dárselo durante una semana todos los días. si todavía continúa rechazándola, es posible que no sea el alimento más adecuado para él y tendrás que pensar en una alternativa.
No come la papilla porque no tiene hambre
Otra opción es que tu bebé no se come la papilla porque no está hambriento, algo que puede suceder si le das por ejemplo la comida del mediodía muy pronto y aún está satisfecho con su desayuno. Si este es el caso habrá que espaciar más las comidas. De cualquier manera igual que los adultos no tenemos siempre el mismo hambre, el bebé no lo tendrá tampoco. Si no quiere comer más lo hará saber manteniendo cerrada la boca o moviendo la cabeza. Estas señales tendrás que ser aceptadas y no obligarle a comer. En el momento en que tenga hambre lo hará saber.
No le gusta como se come la papilla
No a todos los bebés les gusta la papilla. Esto puede ser debido a su consistencia o que no les guste comer con la cuchara. Hay bebés que les gusta pasar de la lactancia directamente a la comida normal. si es capaz de masticar y de tragarse la comida, no hay porqué poner objeciones. Puede probar a darle trozos pequeños de verdura cocida o de pan para saber si esta es la forma que prefieren de alimentarse.
El bebé se encuentra confuso
Algunos bebés no quieren comer papilla porque están acostumbrados a mamar del pecho o del biberón, y al pasar a la papilla se confunden porque esperan otra cosa de su mamá, con la que habían generado hasta ahora un vínculo especial a la hora de comer. En estos casos puede que la ayuda de algún otro miembro familiar le ayude.
Sin presiones hacia el bebé
Cuando comiences a dar la papilla a tu bebé no esperes demasiado de él. Es muy normal que la escupa al principio porque no ha aprendido aún los movimientos que son necesarios para tragar. Los primeros intentos no serán para satisfacer su hambre, sino para aprender a comer más bien. No es extraño que cueste entre cinco y ocho comidas el que el niño comience a comer sin ningún tipo de problemas.
Además comer con cuchara es una capacidad que el niño desarrolla de diferente manera. Hay niños que se acostumbran muy rápidamente y otros que no. Es importante guiarse por su disposición y por sus necesidades.