Desde pequeños, hay que dedicar tiempo no sólo al cuidado de los niños, sino también a su formación. Esa es la etapa de crecimiento que se debe aprovechar, hay que hablarles porque cada gesto, cada señal y cada detalle cuenta para el desarrollo de su lenguaje Muchas veces los padres no prestan atención cuando un niño a cierta edad no ha comenzado a pronunciar bien sus palabras, o en algunos casos a no formar frases cortas cuando ya pasan de los dos años de edad; en algunos casos se escucha decir «pronto hablará» o «tarde o temprano los niños aprenden a hablar»; expresiones que son muy ciertas, pero siempre es mejor estimularlos y ayudarlos para que ese proceso llegue en su debido momento.
Es importante que sepas que es preocupante si a los seis meses tu hijo no parlotea al hablarle, no sonríe ante la voz o sonrisa del adulto, cuando no señala con el dedo lo que quiere y no emite sílabas redobladas como «pa-pa-pa»; si a los 18 meses no utiliza gestos para llamar la atención, pedir, rechazar, no identifica algunos objetos o personas cuando se le nombran. Pero, si a los dos años no ha comenzado a decir palabras con sentido (agua, papá, mamá) y no comprende palabras cotidianas sin gestos, debes estar atento; aunque si a los tres años no usa frases de dos palabras y no comprende órdenes sencillas, entonces es cuando debes acudir a un especialista porque el desarrollo del niño y su fluidez al hablar no ha sido del todo normal.
Para evitar pasar por situaciones incómodas y preocupantes en cuanto al tema del habla, es mejor desde pequeños ir estimulándolos. Aquí te dejo algunos consejos recaudados entre publicaciones de Psicopedagogos, para que logres avanzar junto a tu hijo en el desarrollo del lenguaje.
Consejos para ayudarlos a hablar:
– Una forma de estimularlos desde temprana edad, es que mientras le das el pecho o cuando juegas con él, intenta que siempre te mire para que así se vaya adaptando a la forma en que mueves los labios al hablarle y lograr así que en algún momento te imite y realice los mismos sonidos que tú (al menos cuando juegan).
– Cada vez que vayas a hablarle sobre algo o alguien, trata en la medida de lo posible de señalar objetos o personas, para que así vaya asociando lo que ve a través de tus movimientos con lo que le pronuncias.
– No dejes de hablare, trata de que sea siempre alegre, pronuncia muy bien las palabras y despacio para que pueda ir entendiendo; utilizar diminutivos mientras se les habla, no es conveniente.
– Simplifica las palabras y las frases, sin que sean demasiado largas.
– A partir de los 18 meses, cuando comience a utilizar más de una palabra, puedes corregir sus errores desde el primer momento, sin necesidad de regañarle.
– Cuando escuches que se expresa bien y que cada vez lo hace mejor, es recomendable animarlo y aplaudirle sus logros.
– Colócale canciones cortas, eso le gustará y se divertirá cantándolas contigo en cualquier lugar, así lograrás estimular su memoria y buena pronunciación.
– Es importante que el niño esté rodeado de personas afectivas en un ambiente cargado de armonía, serenidad y seguridad.
– Escúchalo con atención, cada vez que quiera contarte algo dedícale todo el tiempo que puedas a escuchar lo que te cuenta (así no le entiendas).
– Enséñalo a querer el hábito de la lectura, siéntate a su lado y léele cuentos quizás no entienda lo que dices pero observará las figuras del libro y mientras le señales con el dedo lo que lees, se irá acostumbrando.
Así como estos existen muchas maneras de estimular a los niños para que el desarrollo de su lenguaje sea sin frustraciones y de forma normal.