Ser padre requiere una inversión de tiempo importante para jugar y divertirse con los niños y para ellos, esta dedicación genera una alegría y tranquilidad, ademas de demostrarles que sus padres tienen un gran interés para compartir con ellos, a pesar de su trabajo y sus responsabilidades. Es un tema que preocupa a los padres porque muchas veces y en medio de su aprendizaje como nuevos papás y mamás, cometen errores o dejan de hacer cosas para que los niños no se sientan mal o no los mal acostumbren, pero en la vida todo se compone de pruebas y errores o hasta de buenos resultados. Antes que nada, hay que intentar cambiar la rutina en la relación, tratar de dejar de lado las obligaciones laborales una vez que se llega a casa y si es posible, buscar la mayor cantidad de espacios para compartir, así se aun fin de semana o en las noches, justo antes que se duerma.
Este tiempo es importante y valioso para los niños y lo mejor es aprender a organizar el tiempo, para poder compartir con los hijos ya sean pequeños o grandes y también, alcanzar a hacer todas las actividades y labores que son de carácter obligatorio. En ciertas labores en las que ellos puedan participar, es bueno dejarlos, por ejemplo, llevarlos a hacer el mercado, dejarlos participar en la preparación del desayuno o limpiar el comedor después de la cena. A los niños les gusta sentirse útiles y mucho mejor si lo que hacen los divierte y les permite estar cerca a sus padres.
El tiempo de los hijos es esencial y debe ser anotado en un cronograma o una agenda, con la misma importancia con la que se maneja una cita o compromiso en la empresa. Cuando sea imposible estar entre semana y de día con ellos porque se trabaja todo el día, hay que tratar de mantener una comunicación con ellos ya sea por teléfono o algún tipo de mensaje, en donde ellos sientan que sus padres están pendientes, que los recuerdan y que se preocupan por como están y que hacen. Cuando ya se esté en casa, es bueno compartir con ellos, tratar de dejar de lado el cansancio y jugar un rato, hablar con ellos o acompañarlos a dibujar. Para algunos padres es complicado por el grado de responsabilidad que tienen pero es necesario que aprendan a diferenciar su campo familiar del laboral y no llevar el trabajo en la casa, porque los pequeños notaran que incluso estando en casa, es casi imposible compartir con sus padres.
En realidad no es algo tan complejo, y no se necesitan grandes inversiones de dinero o hacer planes extravagantes y extraños, solo jugar, leer cuentos, correr por el parque o simplemente tirar y recibir una pelota. Este tipo de actividades refuerza los lazos padres e hijos, reduce el nivel de estrés y mejora la relación con la familia y con los demás.