Ya sea por el horario laboral o porque simplemente los padres necesitan tener un poco de tiempo para ellos mismos, en ocasiones es necesario recurrir a la ayuda de una persona externa que se tiene que convertir en su aliada principal, y ese persona es la niñera. Te damos algunos consejos para que tus hijos la respeten y ella pueda cumplir su trabajo correctamente.
Funciones de la niñera
Aparte de ayudar a los padres, la niñera va a tener una función primordial y es la de contribuir a la educación de los pequeños cuando los padres no están, de ahí la importancia que tienen que todos los miembros de la familia la respetan y lleguen a verla como una figura que ejerce la autoridad necesaria en cada uno de los casos.
Si no logra dar esa imagen, puede ser debido a que es joven e inexperta, a que sea extranjera o a que ella misma se sienta insegura a la hora de actuar frente a los niños. En estos casos es muy probable que los niños no se comporten con ella como debieran y ahí aparece el problema para los padres, al no saber qué hacer para que la respeten.
Hay que ser muy claros
Cualquier persona que participe en la educación de los niños y en su cuidado, debe estar en el mismo barco que los padres. Es cierto que cada persona cuenta con un estilo propio y que generalmente va a intentar hacerlo lo mejor posible. Pero si existen unas normas básicas en casa, como por ejemplo algo tan nimio como no comer bollería industrial, hay que dejarlo claro ante la niñera para que en ningún caso sucumba ante los deseos de los pequeños.
Dar autoridad
Los niños deben percibir que su niñera es una prolongación de la misma autoridad que ejercen sus padres, por lo que ella misma debe aprender cuanto antes cuáles son los límites impuestos por ellos y cómo actuar si los pequeños desobedecen o se llegan a sobrepasan. En caso de no estar de acuerdo con algunas de las decisiones que la cuidadora pueda llegar a tomar, hay que ser muy claros y comentárselas cuanto antes.
El momento de establecer normas y rutinas
Horarios para dormir, para ver la televisión, para estudiar e incluso para jugar, son necesarios. Aunque los niños intentarán saltárselos seguramente en cuanto tengan la más mínima oportunidad, en realidad a éstos las rutinas y las normas les dan seguridad.
Una comunicación fluida con la cuidadora
Los padres son las personas que mejor saben en qué fase se encuentran sus hijos y cómo funcionan, por eso es primordial que la niñera reciba toda la información posible para hacer correctamente su papel.
Es muy importante encontrar el momento correcto para hablar con ella, ya que conversaciones apresuradas en la puerta de casa o del colegio o incluso cuando la niñera ya se encuentra fuera de su horario laboral, no contribuyen a una conversación adecuada. En cualquier caso la comunicación debe ser fluida por ambos lados, ya que ella por las horas que pasa con los pequeños y por las vivencias que comparte con ellos, puede ayudar también a los padres a la hora de comportarse con sus hijos.