Si bien el sueño es un fenómeno fisiológico, el proceso para dormir es una conducta que se aprende. Para que el bebé tenga un correcto hábito de sueño solo se necesita constancia, paciencia y seguir algunos consejos, como los que se presentan a continuación. El sueño del recién nacido es errático, esto se debe a que no distingue entre el día y la noche, ni entiende cuando es el momento socialmente destinado a dormir, de manera que simplemente duerme cuando lo necesita. En los primeros meses descansan entre 3 o 4 horas seguidas, levantándose solamente para comer y luego siguen descansando. Por eso es importante respetar en los primeros meses el ritmo de sueño del bebé, aunque existen algunas formas de ayudarle a adquirir un buen hábito de sueño:
* Cuando el bebé se despierta llorando no se lo debe alimentar directamente, sino que primero es necesario asegurarse que no llora por ninguna otra razón, ya que si está sucio, mojado, con frío o calor, también puede levantarse del sueño agitado o angustiado. Es importante tener en cuenta este consejo, sino el pequeño asociará a la ingestión de comida con el llanto y posteriormente hará escándalos cada vez que esté hambriento.
* Es importante que el bebé descanse en su cuna siempre que sea posible, porque así aprenderá a conciliar el sueño en soledad. Si esto no se hace es probable que a medida que crezca se perpetúe el problema y siga con intenciones de dormir junto a los padres. También es importante que el bebé no se duerma mientras se lo alimenta, sino pretenderá dormir siempre de la misma manera. Se puede optar por darle un chupete, que lo reconfortará de la misma forma que la succión del biberón o las mamas, pero sin estar en los brazos de la madre.
* Se debe enseñar al bebé a diferenciar los momentos y lugares de sueño. Esto se puede lograr dejándolo en la cuna solo en las ocasiones en las que debe dormir, y sacándolo de ella inmediatamente cuando se despierta. También puede ayudar jugar con él, sacarlo a pasear, hablarle o hacer cualquier actividad una vez que se lo saca de la cuna, de manera que aprenderá a asociar la cuna solo con el hábito del sueño.
* Es necesario que el bebé aprenda a diferenciar el sueño de siesta del día, al sueño más extenso de la noche. Para ello, se puede optar por acostarlo durante el día en un lugar que no sea la cuna, de manera que cualquier habitación que no se esté utilizando puede servir. Tampoco se lo debe dejar a oscuras ni evitar todos los ruidos, así aprenderá que en la tarde las demás personas están despiertas. En cambio, en la noche, se debe dar todo lo contrario, es necesario que su habitación esté a oscuras y en silencio. También es importante tener un ritual diario que introduzca al bebé en el sueño de la noche, como por ejemplo bañarlo, ponerle pijama, cambiarle el pañal, acostarlo en la cuna y cantar una canción hasta que duerma.