Las personas que padecen este tipo de enfermedad conocida como esquizofrenia, suelen presentar un cuadro evolutivo que distingue cuatro etapas y que nos va dando una ligera idea de si la persona que está a nuestro alrededor padecer este tipo de enfermedad.
Período prodrómico y período inicial
En el primer estado de esta enfermedad no hay unos síntomas específicos aunque las personas que le rodean sí que advierten un cambio en su personalidad ya que el individuo en concreto se muestra apático, inseguro, ansioso e inestable a la vez que deja de preocuparse por su aseo personal y se va retrayendo en sus relaciones sociales y laborales. Cuando este cuadro se presenta en edades tempranas y en personas que presenta antecedentes familiares, puede empezar a sospecharse de que estamos ante un trastorno de tipo esquizofrénico.
En el período inicial de esta enfermedad es cuando se comienzan a manifestar los primeros síntomas específicos y que pueden presentarse de dos formas distintas: como forma aguda o en brotes o como forma insidiosa. La principal característica del primer caso es que en muy pocas horas o a lo largo de muy pocos días se puede llegar a tener una nueva visión del mundo, con comportamientos sorprendentes y perturbadores de la actividad habitual. La pronta intervención de un especialista ofrece muchas posibilidades de un diagnóstico favorable.
Crisis delirantes, alucinaciones agudas, estados de excitación maníaca, estados depresivos, un estado confuso con una fuerte carga de ansiedad, etc. son algunos de los síntomas más característicos de este tipo de trastorno.
Período de resolución y causas de la esquizofrenia
Todos los tipos de esquizofrenia tienen un curso progresivo con aparición de brotes y de remisiones espontáneas o terapéuticas que aunque no son nunca totales, la persona puede llegar a hacer una vida prácticamente normal. Si se van repitiendo los brotes, el estado de destrucción de la personalidad puede ser tan intenso que le impida llevar una vida normal en su propio hogar, imponiéndose el internamiento. Algunos estudios han relacionado las recaídas con el grado de mantenimiento del tratamiento con medicamentos o con la cantidad de tiempo que el enfermo se encuentre en contacto directo con los familiares de gran expresividad emocional así como con el grado de comprensión de la situación que cada enfermo tenga.
Se han establecido varias hipótesis sobre el origen de esta enfermedad aunque tradicionalmente se han enfrentado dos grupos. Por un lado están quienes la consideran una enfermedad de base orgánica, aunque todavía no se haya podido establecer cuál podría ser ésta, pero deduciéndola a partir de una clara transmisión hereditaria y del hecho de que no cambie su sintomatología en las distintas culturas y situaciones históricas. Por otra parte están las teorías sociogenéticas que atribuyen dicha patología a factores ambientales, especialmente a los conflictos emocionales de los primeros años de vida.
En realidad se considera que no hay una causa única, sino la acción conjunta de una serie de factores que inciden en el desarrollo de la persona. Entre ellos están los genéticos hereditarios, los biológicos, los psicológicos y los sociales.