Más del 15% de las mujeres tienen un problema de piel grasa y casi un 50% tienen la piel mixta, algo que produce una excesiva cantidad de brillos en nuestro rostro que pueden ser eliminados sencillamente siguiendo los cuidados adecuados.
Cutis delicado
Aunque se pueda pensar lo contrario, un exceso de grasa en el rostro no es típico solamente de los adolescentes ya que también puede presentarse este tipo de trastorno cutáneo a partir de los 25 o 30 años de edad que es cuando la mayoría de las mujeres empiezan a notar como su piel se va transformando en mixta, es decir, normal o seca por todo el rostro excepto por el centro de la cara que se vuelve grasa. La flacidez y las arrugas no hacen más que agravar esta situación.
Identificar una piel grasa es muy sencillo ya que sus características principales son brillos en la zona de la frente, nariz y barbilla, poros dilatados y una textura más gruesa principalmente. Si se tienen dudas sobre la textura de la piel del rostro se puede pasar un papel fino por toda la zona central de la cara y si se queda manchado, tendremos la seguridad de que hay que tratar una piel mixta o grasa.
Cuidados para pieles especiales y delicadas
Este tipo de pieles no necesitan una limpieza de tipo agresivo, sino todo lo contrario, ya que hay que tener en cuenta que también son más propensas a todo tipo de irritaciones por lo que un peeling demasiado agresivo o un jabón fuerte, pueden llegar a estropearlas más que a ayudarlas. Es necesario evitar los productos como leches desmaquillantes o cremas que lleven demasiada grasa. Utilizar un limpiador suave o un gel al agua nos ayudará a mantener nuestra piel grasa o mixta a raya.
En ocasiones es posible que hayamos oído que este tipo de pieles no necesitan ningún tipo de hidratación, pero es importante tener en cuenta que una cosa es el agua y otra muy distinta la grasa que puedan aportarnos cualquier tipo de productos cutáneos. Es más, un cutis graso, puede deshidratarse si no se le proporciona el agua necesaria. Para evitar esto es recomendable utilizar una crema que hidrate y que combata estos problemas sin añadir grasa al rostro, a diario.
Maquillaje para conseguir una piel sin brillos a la vez que luminosa
Aunque el maquillaje es una de las principales herramientas para mantener controlados los brillos del rostro, es necesario que antes de aplicárnoslo, nos aseguremos que nuestra piel es perfectamente limpia. Antes de la base se puede aplicar un sérum o una ampolla que se encuentren libres de aceites. El paso siguiente será aplicar una base de maquillaje bien fluida y sin aceites para extenderla con una esponja o con los dedos, pero sin arrastrarlo. Después puede utilizarse una pequeña capa de polvos compactos para evitar los brillos y matizar la piel. Es aconsejable no usar este tipo de polvos antes de la base ya que podrían introducirse dentro de los poros algo que conseguiría marcarlos mucho más en vez de atenuarlos.