Cómo cuidar el ombligo del bebé

aEl ombligo de un bebé es una parte muy sensible de su pequeño cuerpo. Para evitar que se inflame, hay que cuidarlo muy bien y aunque no es difícil, hay cosas que no se deben olvidar.

Cómo se desarrolla el ombligo del bebé

Una vez se corta el cordón umbilical en el momento de nacer, se sujeta éste con una pinza de plástico justo por encima del estómago para que no sangre. Esta parte del cordón no cuenta con terminaciones nerviosas por lo que el bebé no sufre ningún dolor. Para que el bebé tenga la forma típica el ombligo, lo primero que tiene que suceder es que este trozo se seque, algo que sucede muy rápidamente, ya que la pinza mantiene el cordón cerrado para que la sangre no salga, y poco a poco, se va oscureciendo hasta quedar casi negro. Normalmente tarda en caerse unos diez o doce días, aunque el tiempo puede variar de un bebé a otro.

Una vez que el cordón umbilical se ha caído, queda una pequeña herida y un pequeño trozo de piel. Durante el proceso definitivo de curación, la herida se cierra y ya se convierte en el ombligo que todos conocemos. En la mayoría de los casos la piel se tuerce como una cicatriz y queda hacia dentro, aunque en algunos casos puede quedar el ombligo hacia fuera.

El abultamiento de esta zona en un bebé es normal y no es motivo para preocuparse. El motivo por el que habría de preocuparse es si una vez que el ombligo se quedó hacia dentro, volviese a salir hacia fuera hinchado, ya que podría ser una hernia umbilical.

Cómo cuidar el ombligo del bebé

No hay que tener ningún tipo de miedo a la hora de cuidar esta parte, ya que aunque bien es cierto que es muy delicada, no es nada complicado. Además como ya hemos comentado, al no existir terminaciones nerviosas en esta zona, no se le puede hacer ningún daño al bebé.

Además la matrona se encargará de enseñar a los padres como cuidarlo bien, cómo hay que colocarlo cuando se limpie al bebé o cómo se debe colocar fuera del pañal.

Lo que no se debe hacer

Nunca se deben utilizar ni aceites ni cremas para cuidar el ombligo del bebé, ya que ablandan el tejido y retardan el proceso de secado. Además algunos de los ingredientes que contienen pueden irritar la zona llegando a provocar dolor e incluso infecciones.

Transcurridos unos días, se van a ir formando unas costrar alrededor del cordón y en ningún caso se debe tratar de quitarlas ya que impediría la cicatrización correcta de las heridas además de provocar también infecciones o sangrado.

Para limpiar esta zona no deben utilizarse productos que contengan demasiado alcohol. En cualquier caso la matrona os indicará la mejor manera de llevar a cabo este proceso y cualquier duda que se tenga, la resolverá.