Uno de los períodos en la vida de una mujer en los que los trastornos a la hora de dormir se acentúan sin duda, es durante el embarazo. Hasta un 75% de las mujeres embarazados tienen problemas para lograr dormir bien, pero tranquilas…. todo tiene solución.
Posturas para lograr dormir bien en el embarazo
Son muchas las mujeres que sospechan que están embarazadas por la somnolencia continua que sienten durante todo el día, sin motivo aparente. La culpable de ello es la progesterona que cuenta con un efecto muy relajante pero que según va avanzando el embarazo y especialmente en el último trimestre, desaparece haciendo que sean muchas las mujeres que incluso no pueden pegar ojo, literalmente, durante toda la noche.
Además de las hormonas también hay otra seria de circunstancias típicas en el embarazo que consiguen alterar el descanso, como por ejemplo las ganas frecuentes de hacer pis, la inquietud ante la llegada del bebé y el parto, los movimientos del feto, etc. Por ende, al aumentar el tamaño de la tripa, aumenta el dolor de espalda por lo que resulta mucho más difícil encontrar una postura adecuada a la hora de dormir y aunque parezca increíble, un cansancio excesivo puede llegar a impedir un sueño profundo.
Algunas estrategias para poder dormir bien
Lo primero que hay que hacer es establecer una rutina y cumplirla para acostarse. Hay que intentar irse a la cama siempre a la misma hora. También es recomendable hacer una siesta breve, como de unos veinte minutos, para evitar que por la noche no se pueda dormir y para estar más activa por la tarde.
Las cenas deben ser ligeras y a ser posible que consten de alimentos que ayuden a dormir como por ejemplo un poco de lechuga, pan integral o patatas cocidas. Hay que evitar cualquier tipo de bebida o comida estimulante como el té, el café o el chocolate.
Algo que favorece el sueño por la noche además de relajar las tensiones musculares y mentales, es dar un paseo al atardecer. Hay que evitar el uso del ordenador o ver la televisión por la noche ya que la luz artificial que estos aparatos emiten, logra reducir la secreción de melatonina, tan necesaria para conseguir reducir el sueño.
Por otro lado si no se consigue dormir hay que levantarse porque estar en la cama despierta puede llegar a resultar algo desesperante. Es mejor abandonar la cama y realizar cualquier actividad que sea monótona como por ejemplo hacer un poco de ganchillo o leer.
Por otro lado, los niveles bajos de ácido fólico y hierro pueden provocar durante el reposo un síndrome de piernas inquietas con sensaciones de dolor y picor (como si en vez de sangre circulara bajo la piel una bebida gaseosa). El malestar mejora con el movimiento.
Cómo dormir bien cuando hace calor y estás embarazada
Cuando hay elevadas temperaturas el hipotálamo no consigue controlar de una manera adecuada la temperatura del cuerpo y por tanto el sueño se regula peor. Para minimizar durante el descanso nocturno los efectos del calor se deben usar prendas fabricadas con tejidos transpirables y frescos como por ejemplo el algodón.
También se recomienda ducharse antes de irse a la cama y hacer movimientos circulares con el chorro del agua en la espalda, las piernas y aquellas zonas que se encuentren más tensas. Otra opción es meter en agua fría las muñecas durante unos treinta segundos y rápidamente se notará una sensación muy refrescante. No hay que olvidar refrescar la nuca cada poco tiempo igualmente.