La hipertensión es uno de los mayores males de estos tiempos modernos causado por el nivel y el estilo de vida que llevamos, prueba de ello es que en la antiguamente no existía este trastorno. Problemas que causa la hipertensión
Hasta estos momentos no se habían dado casos tan alarmantes de personas que sufren de hipertensión y que en la mayoría de los casos se debe a un problema de obesidad, que si es corregido, puede acabar con esta dolencia que tanto mal nos puede ocasionar, sin necesidad de recurrir a una medicación.
Ante un aumento de la tensión de la sangre, las arterias se estrechan más de lo aconsejable, lo que puede producir una obstrucción llegando a provocar una insuficiencia de tipo cardíaco, que puede manifestarse en forma de angina de pecho o incluso en un infarto de miocardio. Esto también puede conllevar un endurecimiento de dichas arterias que produce un prematuro envejecimiento y una pérdida de flexibilidad de éstas, provocando la ruptura de alguna de ellas desembocando en una hemorragia cerebral.
Si la hipertensión no se controla adecuadamente también pueden verse afectados los vasos de la retina, provocando una estrechez que puede dar lugar a hemorragias en el ojo o incluso, en los casos más graves, una ceguera, sin olvidar el daño que suele causar en los riñones, ya que la presión arterial muy elevada puede ocasionar problemas a la hora de filtrar la sangre, lo que se traduce en un exceso de trabajo para ellos llegando a provocar una insuficiencia renal.
Algunas ayudas para dejar de ser hipertenso
Dormir poco también puede disparar el riesgo de hipertensión arterial, ya que cuando uno descansa el corazón se relaja y por tanto, la presión baja. Si se duerme menos de 7 horas al día la tensión se mantendrá más alta durante más tiempo a lo largo del día.
Reducir e incluso eliminar la sal de nuestra dieta, es una de las primeras indicaciones que cualquier médico nos recomendará, pero no basta sólo con eso. Estudios recientes llevados a cabo por la Asociación americana del corazón, también nos aconseja reducir la ingesta de azúcar pues se ha demostrado que la presión sistólica, e incluso la diastólica, aumentan por el consumo de esta sustancia, ya que disminuye la concentración de óxido nítrico en la sangre y que al ser una sustancia vasodilatadora, la reducción o la ausencia de éste, contribuirá a contraer las arterias y por tanto a elevar la tensión.
Incluir en la dieta tres kiwis al día, una ración de espinacas, que ayudarán a dilatar las arterias y por tanto a disminuir la presión arterial o consumir patatas cocidas con piel de forma habitual, también resultan una excelente opción a la hora de ayudar a controlar la hipertensión.