La tensión emocional y el estrés, unos kilos de más, las malas posturas, falta de ejercicio físico o sufrir de una contractura muscular o incluso de una hernia discal, pueden provocar serios dolores de espaldas que se pueden combatir incluyendo en nuestra dieta una serie de ingredientes de origen natural. Tomillo y lúpulo
Más de la mitad de las personas sufren o sufrirán durante su vida algún episodio de dolor de espalda que puede prevenirse de una manera 100% natural utilizando algunas de las materias primas que nos ofrece la naturaleza, como por ejemplo la utilización de tomillo o de romero al que se añade arcilla verde y que tras amasarlo perfectamente hasta que se haya conseguido una especie de puré, se puede aplicar sobre la zona dolorida para proceder a retirarlo una vez que se haya enfriado. El resultado será inmediato.
Para todos los que buscan una alternativa a los relajantes de tipo muscular, que siempre deben administrarse bajo receta médica, pueden utilizar también lúpula en infusión o en cápsulas que conseguirá relajar la tensión muscular de la zona.
Germen de trigo y otros remedios naturales
En numerosas ocasiones se producen dolores de espalda que tienen su origen en el sistema nervioso o muscular de las personas debido a un déficit de vitaminas pertenecientes al grupo B, como los más que habituales pinzamientos que provocan un gran dolor y que pueden llegar a irradiarse incluso hasta las piernas, para lo que se aconseja tomar germen de trigo que es una magnífica fuente de vitaminas y que tomado en copos o granulado unas dos o tres veces al día, consigue aliviar los dolores de esta zona.
En herbolarios o parafarmacias puede conseguirse una pomada de árnica que mejora de una manera notable los cuadros dolorosos que se encuentran asociados a dolores musculares causados por un sobreesfuerzo o una mala postura. También se recomienda para las personas que sufren de artrosis o de lumbago, aunque en estos últimos casos es preferible utilizarlo en pomada. Para este tipo de personas también se aconseja la utilización de harpagofito que se puede administrar durante largos períodos de tiempo sin efectos secundarios. Puede tomarse en cápsulas, tres veces al día aunque debe evitarse el consumo de este ingrediente en caso de padecer de úlcera gastroduodenal, de embarazo o de gastritis.
Además es aconsejable incluir en la dieta de las personas que padecen de dolor de espalda alimentos como la piña por su gran efecto antiinflamatorio y que debe consumirse, preferentemente con el estómago vacío. Cualquier tipo de pescado azul, como la caballa, las sardinas, la dorada o el salmón, también poseen un elevado efecto antiinflamatorio por su elevado contenido en ácidos grasos de tipo omega 3. Yogures, quesos y leche desnatada es una de las mejores formas de reducir la inflamación que produce el dolor de espalda así como reducir el consumo de embutidos y carnes grasas.