La cocina puede llegar a convertirse en un juego para los más pequeños de la casa ya que mientras aprenden los diversos alimentos y sus nutrientes, disfrutarán del tiempo que están compartiendo contigo.
Con las manos en la masa
Cocinar con los niños es un auténtico placer tanto para quienes les enseñan como para ellos. La elección de la receta, reunir todos los ingredientes y el material que se va a necesitar y hacerlo en tu compañía, puede convertirse en algo verdaderamente especial para ellos, llegando incluso a cambiar la concepción que tienen sobre la comida y los alimentos y alentándoles a llevar una dieta equilibrada.
Es muy importante crearles una conciencia de los alimentos que vaya mucho más allá de sus simples gustos y que aprendan a contemplar los beneficios que va a suponer hacer la elección más adecuada de los alimentos, así como su correcta manipulación y una preparación divertida, agradable y de máximo provecho.
Existen muchas posibilidades de acercar a cualquier niño a la buena alimentación y a la pasión por la cocina. Para ello tiene que tener una participación lo más activa posible y con libertades, como por ejemplo la propuesta de un menú, a partir del cual podrá elaborar la lista de los ingredientes que se van a necesitar para prepararlo. Elegir los alimentos y comprar los que mejor se ajustan a la preparación, será una auténtica aventura para ellos. Además aprenderán la temporalidad de las verduras o de las frutas, los aspectos nutricionales y el respeto por el medio ambiente.
Guiarles en la lectura y en la interpretación de las etiquetas de los alimentos y lograr despertar su curiosidad es muy importante, además de ayudarles a comprender qué es lo que están comiendo.
Y cuando llega el momento de ponerse a cocinar, nada mejor que dejar volar la imaginación y dejar que expresen sus emociones mientras cortan, mezclan, amasan, decoran, etc. Descubrirán nuevos colores, sabores y olores a través de su menú particular con su primer plato, su segundo plato y el postre, pero es que además de todo esto, compartir el momento de la cocina con tus hijos, fomentará la complicidad entre vosotros mientras compartís un agradable y exclusivo rato en familia.
Semillas de calabaza tostadas
A continuación te proponemos una receta sencilla preparada con ingredientes caseros y naturales que se convertirá en una delicia nueva para los niños. Los ingredientes que se necesitan para cuatro personas son:
-200 gramos de semillas de calabaza
-cúrcuma
-paprika sin gluten
-comino molido
-40 gramos de aceite de oliva
-sal
Se retiran las semillas de la calabaza y se lavan bien para retirar cualquier resto de pulpa que pueda haber quedado pegado. Después sobre un poco de papel absorbente o de un paño de cocina, se dejan secar.
Cuando las semillas ya estén secas, se mezclan los condimentos en un bol: la paprika, la cúrcuma, el comino y la sal. Se incorporan las semillas para su aliño y se coloca en una bandeja de horno untada ligeramente con el aceite de oliva. Se mete en el horno precalentado a 180 grados centígrados durante quince o veinte minutos, teniendo especial cuidado en que no se quemen y girando la bandeja si fuera necesario.
