Las nuevas madres y esposas deben contextualizarse en su nuevo rol pero sin dejar de lado su cuidado como mujer y persona, sin dejar de lado sus responsabilidades pero si atendiendo sus necesidades. A las mujeres que empiezan su vida de madres, esposas y por supuesto amas de casa, la vida les dé un giro de 360° y es que en vez de preocuparse solo por sí mismas y el aseo que sus padres ordenaban o consideraban necesario para ella, ahora tienen que estar pendiente de una familia, de un bebe y de una esposo. Tal vez la vida puede tornarse aun más compleja si trabaja y tiene que igual estar pendiente de todas las cosas del hogar. Lo bueno es que los tiempos han cambiado y aunque al principio es difícil y muy duro, con el paso del tiempo se adquiere un cierto tipo de costumbre que puede irse volviendo divertida y hasta amena porque se obtiene el apoyo de la pareja.
Ahora en el siglo XXI, las mujeres ya no se esclavizan en su hogar y también tienen el derecho de ocuparse en sus actividades y descanso personal. Ahora una mama de casa no se ve como una esclava sino como una parte esencial del hogar que es tan importante como quien trabaja y aporta dinero al hogar, en este caso el papá. Hay ciertos principios que toda nueva chica en este contexto debe conocer y que debe aplicar para hacer más amena y fácil su tarea.
– Lo primero es que debe haber una preocupación por sí misma, a pesar de ser madre, amiga, hija y esposa, debe haber siempre un cuidado personal pero no solo físico sino también emocional, mental y espiritual, sentirse bien consigo misma, orgullosa de lo que se hace y evitando caer en depresiones o pereza.
– Hay que tener en cuenta que después de cumplir todas a las etapas en las que se encuentra, no hay que actuar como si se obedeciera, pues la opinión y autonomía valen y por eso es hora de tomar decisiones, no de seguir haciendo todo lo que los demás opinan o creen que es l correcto. Si es una buena decisiones será estupendo, pero sino quedara la enseñanza y se deberá seguir.
– Hay que manejar un equilibrio, pues no se deben convertir en madres y mujeres obsesivas que todo lo perfeccionan cada segundo y no descasan ni dejan respirar a los demás con tantas ordenes pero tampoco alguien descuidado que cree que después hará todo y que no importa nada sino descansar o dormir, dejando las responsabilidades de lado.
– Una cosa es que sea el ama de casa y quien cuida de ella y sus habitantes pero no quiere decir que tenga que estar todo el día en ella, limpiando o evitándose una vida social u otros medios de distracción y respiración de aire puro o visita a amigas o la familia.
– Es verdad que hay que tener cuidado de las cosas pero hay que aprender a ser practicas, a buscar nuevas maneras de hacer las cosas, de facilitar la vida pero haciendo que las cosas queden bien hechas, eso sí sin perder la magia para los detalles y cosas esenciales.