Al llegar la Navidad todos queremos adornar nuestro hogar de una manera especial. La mesa alrededor de la que se va a reunir toda la familia, no puede ser menos. Con algo de imaginación y materiales sencillos podemos conseguir un centro que llame la atención de todo el que se siente en ella. Distintos centros de mesa navideños
Una de las opciones más sencillas para dar un aire navideño a nuestra mesa es la de colocar unas velas de color rojo, dorado o plateado, a gusto de cada uno, en vasos de cristal transparentes, rodeándolas de unas ramas de baya de color rojo y algunas piñas secas. Dispuestas a lo largo de la mesa, constituirán un elemento de lo más decorativo y personal.
Otra opción es colocar sobre un plato cuadrado de color blanco, de los que podemos tener en casa para servir la comida, velas de diferentes alturas y de color rojo, para que puedan destacar bien, alrededor de las cuales se pueden colocar bolas propias del árbol de navidad de color dorado. El resultado será sorprendente por su sencillez y elegancia.
Unos lazos rojos con bolas y bayas de color plateado y con tres velas en el centro, preferiblemente también de color rojo, adornado todo ello con unas ramas de pino que harán un delicioso contraste sobre una fuente de cristal, harán que la reunión familiar sea mucho más acogedora si en el momento de la cena o de la comida se encienden las velas mientras se charla y se degusta de la comida en esta compañía tan especial.
Un centro de mesa especial
Algo más laborioso pero sin duda gratificante, es el centro que podemos fabricar con un poco de esponja de las que venden en las floristerías, unos racimos de uva, unas flores, ya sean naturales o artificiales, unas ramas de abeto y unas velas. En primer lugar debemos elegir el recipiente donde vamos a colocar este precioso centro. Puede ser una fuente honda de cristal de las que tenemos por la cocina. En ella introducimos la esponja a la que iremos clavando los adornos elegidos, siempre en primer lugar las ramas de abeto o de pino. Los demás iremos colocándolos a gusto de cada uno haciendo gala de nuestra imaginación.
También podemos añadir frutos secos, calabazas pequeñas, granadas, nueces o cualquier cosa que puede resultar adecuada a estas fechas en cualquiera de los centros que decidamos fabricar personalmente. En cualquier caso el resultado está garantizado: todo el mundo quedará sorprendido, incluso nosotros mismos.